Probamos esta heladería por casualidad porque nos encontramos cerrada la que en realidad íbamos, y como los helados nos gustaron, volvimos al día siguiente. El helado de Amarena es muy rico, según nos explicaron es una variedad de cereza amarga e intensa. El helado era cremoso y no excesivamente dulce. Otro sabor que nos llamó la atención fue el postre nazarí, un helado inspirado en la cazuela mohína, el dulce típico de Almuñecar. Estaba rico, pero confieso que no he probado la cazuela mohína, así que no sé si el helado era fiel al postre. Quizás el sabor que más gustó fue el pistashock(o algo así), un helado de pistacho con trozos de pistacho y trozos de chocolate blanco.