Vivo en Sevilla y suelo veranear en Alicante. Hoy unos amigos me trajeron a este sitio, del cual habían leído buenas críticas en foros. Y no era para menos. El sitio está genial en todos los sentidos: el espacio es original y acogedor, con adornos antiguos de lo más variopintos, y sillas todas diferentes entre ellas, todo muy retro, con aspecto de mansión clásica. La carta es variada y con unos precios que ya quisiera yo en Sevilla, y puedes tomarte unos cócteles(riquísimos por cierto) y unos sandwiches por el mismo precio que un par de cervezas en otros sitios, y encima solo por pedir tu ronda de bebidas, te ponen tu platazo de snacks variados para acompañar. Hay montones y montones de juegos de mesa familiares de toda la vida, desde el Trivial y el Monopoly, al Scrabble o el Party & Co, para echar la tarde con los amigos de la mejor manera. Por último el trato es amable y cercano, en sintonía con el resto del local. En definitiva: si no es por una cosa es por otra, pero lo que está claro es que es de visita obligada. Buen trabajo.
Ike L.
Classificação do local: 5 Requena, Valencia
Casi me da igual qué tipo de Unilocaler eres: si te va lo de toda la vida o si eres más moderno. Este sitio es único y si vives en Alicante, debes venir aunque sea una sola vez. La decoración es hiperretro: una veintena de lámparas cuelgan del techo y todas ellas son diferentes. A las ellas se le suman un buen puñado de espejos y muchas obras de forja, figuras, percheros… La sillas y el resto de asientos son, en general, cómodos, aunque tienen también sus años, al igual que el resto de la decoración. Todo aquí parece de otra época y los precios no son una excepción: ¿cuándo fue la última vez que un bocata te costó menos de tres euros? Si a este ambiente, cálido y agradable, le agregamos una buena colección de juegos en mesa familiares y un servicio inmejorable desde el punto de vista humano, este lugar(no me atrevo a encasillarlo en ninguna de las categorías que conozco, por su amplísimo carta) es mi primera opción para las tardes tranquilas.
Lorena M.
Classificação do local: 5 Madrid
Adoro este local desde la primera vez que oí hablar de él. Un sitio tranquilo, con mucho encanto. Se trata de una cafetería en la que puedes merendar, cenar, tomar un café o un cóctel(con y sin alcohol) mientras juegas tranquilamente a cualquiera de sus infinitos juegos de mesa. Disponen de una pequeña carta de sándwiches y entrantes para compartir, todo muy básico, pero rico y hecho con cariño, que es lo importante. Los precios son de risa, vaya, no de risa, son ajustados, son exactamente lo que te deberían cobrar en todas partes por un sandwich, el problema está en que nos han acostumbrado a pagar 6 euros por uno y claro, cuando encuentras que otros te cuestan 1,50… flipas. La decoración es, sin duda, lo que le da ese aspecto de «casa de mi abuela» que lo hace tan especial. Cada silla y cada mesa son de un padre y de una madre, como si hubieran asaltado miles de casas de pueblo y hubieran decorado el local con lo recuperado en ellas. Cada rincón es más carismático y entrañable que el anterior. Merece la pena visitarlo para haceros una idea. El servicio además, es súper familiar. Te tratan como a una hija y son dulces para cada movimiento. Un amor.