He de confesar que siento una gran atracción por las papelerías: podría pasarme horas hojeando libretas, archivadores o agendas, comparando bolígrafos y subrayadores… Por eso, este establecimiento es para mí un trozo de paraíso en el centro de la ciudad. No sólo tienen material de oficina y copistería, sino que disponen de un pequeño stock dedicado a las bellas artes: óleos, acrílicos, lienzos, barnices, carboncillos, blocks de dibujo… El precio es un poco elevado, pero merece la pena, la calidad de sus productos es inmejorable. Es el único sitio de la ciudad donde he conseguido encontrar rotuladores uni-posca.