Conozco este centro porque estuve yendo a recibir unas clases de electroestimulación, esto que está tan de moda y, oye, que me apetecía probarlo y poder opinar. No voy a basar la reseña en la técnica en cuestión, porque imagino que en cualquier centro las maquinas de electro serán parecidas, así que hablaré del resto de mi experiencia. En cuanto al entrenador que me tocó, era simpático, intentaba hacerte sentir cómodo, aunque hubo algún detalle que no me gustó. Sobre todo cuando uno de los electrodos del traje no funcionaba e intentó dar largas todo lo posible para no cambiar de traje o buscar una solución. Su solución era«no te preocupes». En fin, dejando esto al margen, las sesiones eran un poco aburridas, y no muy exigentes. En cuanto al centro, es pequeño, aunque muy nuevo y con una decoración sencilla y agradable, tiene varias salas también pequeñas donde, por lo que pude observar, hacen crossfit saliendo a correr a la calle, y alguna actividad más. La atención del personal de recepción fue variada. A veces había gente simpática, otras veces gente a la que parecía que había que estar tremendamente agradecido por tener la deferencia de atenderte. Resumiendo, no creo que me dé por volver por allí. Para hacer ejercicio tengo otras opciones mejores y más cercanas a mi casa, y la electroestimulación no me convenció mucho.
Iker J.
Classificação do local: 2 Madrid
Me he tomado mi tiempo para escribir esta reseña. Primero porque es una reseña negativa, y segundo porque va a ser su primera reseña. Como siempre, puede haber gente que me tilde de desequilibrado porque ellos están encantados, pero yo voy a relatar mi experiencia. Adquirí una oferta de electro estimulación en Lets Bonus para recibir 4 sesiones, con un entrenador personal, bebida isotónica y bebida proteica incluidas. No entraré en valorar la electrocosa, que cada uno lo pruebe y saque sus conclusiones. Para empezar, si pones una oferta con tres condiciones, asegúrate de cumplirlas. Me explico. La primera sesión nadie dijo nada de las bebidas. No pasa nada. A la segunda, pregunté si me podían dar algo de beber y la lacónica respuesta«ah, ¿quieres?» seguida de una mirada de reojo y un humilde vaso de plástico servido con desgana hasta la mitad de bebida isotónica, me hicieron sentir incómodo, la verdad. Por supuesto, de la bebida proteica todavía estoy esperando que me la manden por correo o algo. Las sesiones de 20 minutos se quedaban en sesiones de15 con 3 minutos más de relajación. En fin, como que quiero más electricidad de esa y ya me relajaré en casa. Bastante tediosas, eché en falta algo de variedad en los clases ya que, mientras un amigo, en otro local, recibe clases haciendo boxeo, con balones… Y me comenta que nunca ha tenido una clase igual(y lleva 8), yo recibí 4 sesiones muy muy similares en cuanto a los ejercicios realizados se refiere. El local, pequeño, es un local comercial«habilitado» para el deporte. Y lo pongo entrecomillado porque, por ejemplo, la habitación en la que hacíamos ejercicio no tenía ni ventilación ni leches. CALORET. Los trajes de electro estimulación, como que los limpian poco. Yo no soy en especial escrupuloso, pero ponerme un traje llenito de sudor del anterior usuario como que no. Por poner algo positivo, el precio, gracias a la oferta, era bastante económico, y el entrenador era muy majo. Dos puntos positivos que se diluyen demasiado en el resto, la verdad.