Pues al parecer existe una movida alcorconera que hasta la fecha desconocía por completo. Los fines de semana la gente sale por Malasaña, Lavapiés y por Alcorcón. Eso es por lo visto lo que me han contado habitantes de la zona y les tengo que dar bastante crédito, porque el restaurante A Laleira, uno de la etapas obligadas de la ciudad, cuando llegué estaba a reventar. Además, salvando las distancias, me recordó en algunos aspectos al famosos Melo’s, porque es un gallego que al rato de abrir ya está hasta las trancas de gente y para más inri no acepta reservas. La primera experiencia que se produce en los aledaños de la barra se parecerá más a un autobús en hora punta, mientras se espera que una mesa se libere. Pero la paciencia y el sufrimiento tienen recompensa porque una vez instalado en una mesa, uno se percata de que se encuentra en un restaurante muy respetable en el que te puedes instalar a tus anchas y prepararte para el espectáculo. Por un precio muy razonable se asiste a un desfile de raciones abundantes y apetitosas, entre ellas la de pulpo, que pasa la prueba del algodón con nota, tanto por la melosidad de su carne como por los cachelos que acompañan; vamos, lo que viene a ser un gallego auténtico. No falta, por supuesto, ni el acuario gigante con bogavantes despreocupados de la suerte que les espera. Una referencia de peso por lo tanto para cuando uno se desplaza fuera de las lindes de Madrid o una buena razón para salir de ella.
Maikel S.
Classificação do local: 5 Alcorcón, Madrid
Es un restaurante gallego tan bueno, que aunque no seas muy fan del marisco, como lo era yo, lo disfrutas. Fuí en un aniversario y pedimos la parrillada de marisco para 2. Impresionante, abundante y deliciosa. El albariño de acompañamiento tampoco desentonó. Muy recomendable.
Josan S.
Classificação do local: 4 Madrid
Desconocíà la existencia de este enorme restaurante gallego. Fueron mis primos los que ya habían ido de avanzadilla y nos recomendaron hacer allí una quedada. Para empezar y lo más importante: no aceptan reservas. No las necesitan, hacen pleno de capacidad prácticamente a diario y es recomendable ir prontito. Para hacer tiempo hasta que queda libre una mesa, tapeamos en la barra, desde la que se puede ver cómo preparan pulpos y más pulpos. Una vez sentados pasamos a cosas más serias. Aunque lo más destacado fue sin lugar a dudas el pulpo. ¡Estaba buenísimo! Punto de cocción estupendo, patata tiernísima y pimentón ligeramente picante. Es recordarlo y salivo como un cocker spaniel. También pedimos zorza, muy picada para mi gusto aunque muy sabrosa; caldo gallego, con sus grelos, sus judías, su patata y su unto y unas patatas Ali oli muy bien aderezadas. El comercio y bebercio salió a 12,50 € por cabeza. Muy recomendable.