Por la zona norte de Madrid(Las Tablas, Sanchinarro, y más al norte) no hay mucho donde elegir en cuestión de desayunos, que es una de mis cosas favoritas. Pues bien, la casualidad hizo que buscando sin mucho ahínco algún sitio donde tomar un café(y si había suerte unas tostadas con tomate) decidimos pasarnos por La Moraleja, en concreto, la plaza que está próxima a la vía de servicio de la A-1 donde hay varios restaurantes como La Máquina, Aspen, etc. Y de repente, cual oasis en el desierto, vemos este restaurante/café con su terracita cubierta y sus mesas y sillas de estilo parisino. El cartel de la entrada donde de un vistazo pude leer palabras como«ecológico», «espelta», «yogur de soja»(!!!), «tortilla francesa» fue amor a primera vista… Muy amablemente nos invitaron a sentarnos en la terraza y enseguida nos trajeron la carta de comida y de zumos. La carta es perfecta porque incluye tanto opciones dulces(croissants normales e integrales, tostadas de distintos panes, bollitos de quinoa, fruta con yogur griego, granola con yogur de soja…), como saladas(varios tipos de tortilla, ¡hasta de claras!), sándwiches, huevos benedictine… Todo con una pinta increíble, vamos que nos costó decidirnos un montón porque todo era súper apetecible. Al final, nos decantamos por: –Croissant integral. Nos lo trajeron con 2 cuadraditos de mantequilla(de la buena, no de sobre ni de «pack»). Pedimos mermelada y para nuestra sorpresa nos trajeron 2(sí, 2) tarritos(sí, tarro de cristal) de una mermelada de fresa buenísima inglesa(la marca no me acuerdo pero la venden en el Club del Gourmet de El Corte Inglés, así que ya os hacéis una idea). Se notaba casero y tostadito. –Granola con yogur de soja. Esto se merece un review aparte porque estaba para morirse! Primero decir que es el primer sitio en el que veo este plato en Madrid con opción de yogur de soja(¡al final se han escuchado mis plegarias!). La granola estaba espectacular(además era eco), el yogur en su punto justo de dulzor, y para rematar la jugada, abajo del plato había como una especie de almíbar que cuando mezclabas todo era como tocar el cielo. En serio, no exagero, IMPRESIONANTE. Eso sí, una cantidad muy, muy generosa. Lo tuve que compartir y todo. –Tostadas de pan de espelta. Tomatito rallado perfecto, aceite de oliva virgen extra y molinillo(sí, molinillo, no sobre) de pimienta lo acompañaban. –Y por último: zumo«naranja» de zanahoria, naranja, manzana y jengibre y zumo verde de acelgas, pera y jengibre. Como medio litro practicamente, muy buenos. -¡Ah! Y cómo no podía ser de otra forma, 2 cappuccinos con leche de soja fenomenales. Aunque vaya por delante que no es un sitio barato(sobre todo los zumos, que costaban en torno a los 6 – 7 € cada uno; y por poner un ejemplo de la comida, la granola costaba 7,5 € y el croissant 2,85 €), el sitio es tremendamente cómodo y agradable, el servicio es súper rápido y amable, y lo que importa, el género, es excepcional. Además de que hay muchíiisima variedad para desayunar(no vimos la carta de comidas/cenas, pero estoy deseando volver para probarla), la mayoría de opciones tienen su equivalente integral, eco y para intolerantes a la lactosa(sigo insistiendo en el yogur de soja, para mí es UNPUNTAZO, porque nunca antes lo había visto en Madrid). En definitiva, antes mi sitio preferido(o en el Top3 al menos) era Federal Café, pero sintiéndolo mucho ¡Cappuccino Grand Café se ha colado en el puesto nº1! Ah y me acabo de enterar gracias a su web de que también están en la puerta de Alcalá.