La casa debió construirse en el siglo XVIII, sufriendo diversas transformaciones en el siglo XIX, en los años treinta del siglo XX y recientemente con la rehabilitación realizada por las Cortes de Castilla La Mancha para albergar la sede del Defensor del Pueblo en Castilla La Mancha. El edificio es un Palacete de un rococó tardío que apunta al neoclasicismo y se encuentra situado en la C/Feria no 7.