Me ha encantado volver de vacaciones y ver que ha abierto un sitio tan chulo como este. Me estoy volviendo una pija. Sí. Yo antes no era de estos sitios, pero es que ahora los bares de toda la vida, como esos en los que el señor Manolo, copita en mano y tos ronca, ya se incorpora como una pieza más del mobilario, ya no molan nada. Y lugares como este, en los que poder tomarte una copa o un café en unos sofás estilosos, son lo más. Hay un par de sitios más en la ciudad, es cierto, pero este está en una de las zonas más míticas de copas y tapeo. Aquí tapeo no hay, pero el lugar autodenominado«afterwork» cumple su función a las mil maravillas. Tiene una terraza maravillosa en la que dan ganas de sentarse y no levantarse nunca. Hay unos pequeños radiadores que te hacen olvidar el frío invernal. El interior es espacioso y blanco, la verdad que muy chulo. Todo muy limpio. Hay un camarero que es muy majo, el resto podría sonreír un poco más, jolín. ¿El precio? Pues pagamos por un café en la terraza 1.50 € y un mojito 6.00 €, que viendo como está la vida ahí fuera, pues está bastante bien. Así que te lo recomiendo si buscas un coctkail o una ronda en un sitio muy acogedor.