Giratorio Restaurant

I came here on my most recent trip to Santiago. This place has an AWESOME view. AND it rotates! What more do you need? Food probably, since you’re on Unilocal and all.
The food at Giratorio is good. It’s not amazing. It’s not average. It’s good. They have a digital menu with pictures and it comes in a variety of languages – because, while my Spanish is obviously flawless, I don’t always know what the spices or cuts of meat translate to… or how to properly conjugate my verbs in the past subjunctive. But I digress.
The wine selection here is also awesome. They have lots of great local wines in a variety of styles. I didn’t feel like they were overly expensive, but the exchange rate here had me feeling like Warren Buffet so I didn’t sweat it too much.
The desserts were pretty below average. I wasn’t a fan of whatever ice cream + candy dish came out, but to be fair, Latin America isn’t known for it’s killer desserts.
Good food + great atmosphere + good service + English menu w/​pictures = solid 4 stars.

The venue is interesting as it circles to give you a view of the whole city in the basin of the mountains. After that it was ll down hill. Sea food was fresh but these guys don’t know how to prepare. The calamari was delicious but had to ask for a tomato sauce to be made as they didn’t know. But, to their credit they made me one (after 30 minutes) and it was delicious. I guess I taught them a trick. The fettucine was shitty as the grilled shrimp they placed on top of it. The wine pour was chintzy… so I give this place 3 stars.

Lindo restaurant con una vista privilegiada de stgo, como es giratorio puedes ver distintas partes, buena comida pero los tragos horrible muy malos pedimos daikiri, pisco sour, y vaina horribles todos en conclusión buen lugar para comer y ver stgo mal lugar para tomarse una trago

O restaurante é um dos vários pontos turísticos da cidade! Se não fosse sua plataforma que gira, não seria nada especial. Em média em uma hora dá-​se a volta ao restaurante. O girar é lento e imperceptível. Possui um bom atendimento, porém às vezes me confundia qual era o garçon da mesa. Definitivamente não é um lugar para ir com fome. A comida vem pouca e a bebida é cara. Não sei se voltaria, não vale o custo benefício! Uma dica: ligue antes e reserve sua mesa, nem sempre é tranquilo conseguir lugar pois o restaurante ganhou fama.

Estive no Santiago em Dez/​14 e fui ao giratório ! Felizmente fui no almoço conforme uma dica de uma amiga (veja dica) e foi ótimo ! Vista incrível e preço razoável ! Jantar jamais !!!
Móveis antigos e mau cuidados e atendimento péssimo ! Como eu costumo dizer é uma turistada !

Foi pra Santiago? Jantar um dia no Giratório é programa obrigatório. Preços na média do (sempre caro) padrão chileno. Vista espetacular, lugar agradabilíssimo e comida (apesar de não ser farta) é muito boa. Prepare-​se para uns biscoitinhos antes de dormir.

What a pretty view from Santiago! Amazing food, good staff, easy to get and cozy :) You must stop by when visiting Santiago.

I enjoyed a delicious and expensive meal at the Giratorio and it was worth every Peso. It was here that I first discovered Machas Parmesana and I am forever grateful for the chance to discover this treat. This was also one of many places where I explored the joy of local Chilean wines and I think they were even more special because of the wonderful atmosphere and the 360 degree view of Santiago.

Excelente vista, excelente comida, excelente atención. Si quieres vivir un momento agradable y exclusivo, este es el lugar.

«Restaurante giratorio, una experiencia gastronómica en 360 grados»
Este restaurante es sin duda único en su clase, no se cual es el mecanismo que hace que este restaurante gire dándote una excelente vista panorámica de la ciudad de Santiago pero realmente te hace pasar un rato agradable.
Es algo que debes hacer por lo menos una vez durante tu paso en la ciudad o alguna vez en la vida ya que cuantas veces tienes la oportunidad de comer en un restaurante que gire 360 grados? imagina empezar con el aperitivo mirando hacia la ciudad y terminar con el postre mirando la cordillera.
Su carta, hay mas económicas sin duda, pero no es tan cara si te mentalizas de lo que pagas es la experiencia mas que la comida, al verla es muy posible te sea difícil elegir ya que todo suena rico.
Mi recomendación si estas dispuesto a pagar cerca de 15 mil pesos por el plato, es el pulpo a la parrilla con tokes de merken y acompañarlo con una porción de papas a la crema, un plato caro pero por que no darse un gusto de vez en cuando?

Glamour al cien por ciento. Amor. Enamoramiento instantáneo de la ciudad. Más allá de la comida, del precio o incluso del concepto (que ya de entrada es distinto y curioso) al entrar en este restaurant te olvidas de todo y te entregas a una experiencia completamente diferente a cualquier otra.
Uno que es común y corriente y no suele ir a este tipos de lugares con mucha frecuencia, de entrada ya empieza a volverse loco con lo que está por vivir. Llegas a un edificio por el que uno ha pasado millones de veces pero nunca se ha dado cuenta lo que hay y tienes que, en ascensor, llegar al último piso. Ya estas emocionado cuando en la «sala de transición» dices tu nombre y confirmas reservación y ya estás entregado cuando te subes al segundo ascensor para llegar al lugar definitivo.
Giratorio. Como su nombre se indica, está girando. Obvio. Claramente lo que gira no es el edificio entero, si no el sector en que están las mesas. La velocidad no es mucha, por lo que no hay de qué preocuparse, pero es suficiente para sentir el movimiento y alcanzar a ver, por lo menos una vez en la comida, todo lo que la noche santiaguina tiene para ofrecer. Colores, edificios, movimiento, luces, vida.
Ya en trance, anonadado y pegado en los ventanales viendo lo maravilloso del lugar en que cenarás, llegó la hora de comer. Claramente, y debido a todo el lujo y la inusual experiencia, además de la belleza anteriormente dicha, la comida es cara. Un plato de fondo con un bebestible cuesta entre veinte y treinta y cinco mil pesos. Pero el tema del dinero se te olvida al entregarte a la música en vivo que siempre está sonando. Sea el pianista, la cantante con su voz angelical o el saxofonista, todos son expertos y te toque el que te toque vas a disfrutar la velada de manera increíble.
Si tienes hambre y un bolsillo al que le duele gastar, te recomiendo la carne de 500 gramos con acompañamiento. Es de los platos más baratos y es realmente contundente y rico.
Si quieres sentirte como un gángster de esos de las películas que se juntan a hacer negocios, si quieres darle una sorpresa realmente romántica a tu pareja o vivir una experiencia distinta, Giratorio es para ti.

Giratorio Restaurant es uno de esos lugares románticos, donde te imaginas la ciudad de noche y una visión panorámica de las luces del centro de Santiago. Una imagen clásica de películas o conversaciones donde se desea impresionar. Tal como lo dice su descripción, es una experiencia gastronómica, pero considero que más por el entorno y su ambiente musical.
Al entrar al piso 16, solo te das cuenta que el restaurant literalmente «va girando» hasta que te sientas en tu mesa. La velocidad de este aumenta o disminuye dependiendo de la configuración hecha por los garzones. Que no cunda el pánico, nunca he visto mareos, ni vértigo. Olvídense que se parece al «Tagadá» de Fantasilandia.
En una cena, donde probé unos mejillones con ensalada de berros increíble, un saxofonista hizo que olvidara el acompañamiento, postre y hasta el café con un repertorio que sumaba a la escena aún más glamour y nostalgia. Pocas veces he disfrutado tanto una cena mirando sólo a través de la ventana. Los precios son un tanto elevados, pero compensados por el sabor y la atención que es bastante rápida. Un lugar óptimo si quieres sorprender en una celebración u ocasión significativa.