El verde que te quiero verde

Este es un restaurant pequeño con una cocina abierta que está en Yungay presentándose como una de las opciones vegetarianas del sector a precios muy convenientes. El menú que ofrecen es diario por lo que siempre varia lo bueno es que siempre son acorde a la época ahora para el frio tienen muchos platos calientes como sopas y cremas también los platos de fondo son muy variados recuerdo haber comido un fetuccini en salsa pomodoro y queso rallado excelente y lo mejor es que la pasta es casera y el pan que dan con el menú también lo hacen
ellos.
El menú cuesta algo así como $ 4000 o menos que incluye entrada y plato de fondo. Recomiendo los postres también, el pie de maracuyá es exquisito o la torta de chocolate. También venden jugos naturales con frutas de la estación recuerdo que en verano siempre tienen un jugo de kiwi delicioso.

Lo primero que diré de este lugar es ¡Wow, pero qué rico!
Lo conocí mediante unas amigas que me lo recomendaron, fue tanta su insistencia que les dije: «sí, iré». Así que unas semanas después tomé mi bolso y me dirigí hacía el local.
Había poca gente, recuerdo que fue un martes. Y apenas entré me atendieron de una forma muy cálida. Se agradecen los lugares así, da gusto estar rodeado de amabilidad y cordialidad. Después me enteré que era la dueña quien me invitó a tomar asiento y me tomó la orden.
Acá todo es vegetariano, ni una pizca de carne. Los platos me encantaron, le da un toque chic y de abundancia a la hora de comer.
Pedí un gratín de papas con cebollas caramelizadas y sopa de zapallo italiano. ¡MADRE MÍA CASi MUERO! es que los sabores, el olor, los aliños «al dente», la temperatura ¡TODO ERA PERFECTO! y además las porciones son grandes y los precios bajos. Qué mejor.
Atienden todos los días, menos domingos y algunos sábados. Con $ 4.000 se almuerza rico. Demasiado barato. Es un lugar 100% recomendable.