Una confiteria muy recomendable, ubicada en un lugar hermoso con muy bonito parque y juegos para niños.
Florencia M.
Classificação do local: 4 Villa Allende, Argentina
Fui dos veces a esta hermosa confitería. Queda en el medio de la montaña y es un lugar muy acogedor. Hay un salón muy amplio con varias mesas de madera. A pesar del gran tamaño, en invierno se mantiene bastante el calor ya que cuentan con una estufa de hierro a leña y una salamandra en el pasillo que va a los baños y a la cocina. Las paredes color verde hacen más lindo al espacio y los grandes ventanales dejan apreciar el paisaje. Cuentan con un ambiente al aire libre, en el que hay varias mesas también y algunas desparramadas por el patio, que es muy grande y en el que hay juegos de madera para que se diviertan los chicos. Para consumir hay una increíble variedad de tortas y de té…ofrecen combinaciones asombrosas y la idea es muchas veces arriesgarse a probar. La última vez que fui con mi familia pedimos sándwiches exquisitos en pan árabe. La lista de sabores es muy larga. Nosotros optamos por algunos de atún con tomate y aceitunas, otros de pollo, palta y huevo… hasta había unos con ciruelas, pasas y demás. También me acuerdo que mi papá pidió un café con leche de Campo y lo que lo diferenciaba era el tamaño, te lo servían en una taza gigante que se ve que estaba muy rico porque se lo terminó entero. Los precios no son muy baratos, pero acordes a la calidad del lugar. Con respecto a los baños, son muy limpios, y mantienen la estética del lugar. En cuanto a la atención, es buena aunque siempre hay demora porque los mozos no dan abasto con la cantidad de gente que visita el lugar. La verdad es que el paisaje es admirable y es una hermosa opción para hacerse una escapadita un sábado o domingo.
Silvana O.
Classificação do local: 1 Córdoba, Argentina
El Bosque es una casa de té ubicada en Villa Giardino, a 1 hora de la ciudad de Córdoba. Es súper conocido, mucha gente me lo había recomendado para ir a merendar y probar algunas de las tortas o sándwiches que ofrecen. Me decían que eran las mejores. Así que un día me decidí y fui con un grupo reducido de amigos. Era invierno, y fin de semana largo, hacía mucho frío! Llegamos al lugar y el entorno es realmente precioso. La Confitería en si también, muy agradable. Había mucha gente! Parece que no fuimos los únicos en tener la brillante idea de hacer este paseo de gorditos. Tuvimos que esperar bastante para conseguir una mesa, porque el lugar realmente estaba repleto. No sé si será así siempre, quizá coincidimos tantas personas en el mismo local debido al fin de semana largo. Se desocupó una mesa y allá fuimos, nos dieron una que estaba al aire libre. Y en este momento volvió de nuevo la espera: no nos atendían! El mozo se acercó 4 veces a nuestra mesa a llevarnos pedidos que no eran de nosotros. Cuando nos trajeron la carta, nos pusimos contentos, hay miles de opciones! Nunca vi tanta variedad de tortas, sándwiches e infusiones de té o café. Hicimos el pedido, finalmente lo trajeron. Excelente! Cuando ya habíamos arrancado a comer, vimos que una mesa dentro del lugar se había desocupado, le pedimos permiso al mozo para ocuparla y nos dijo que sí. Nos mudamos con todo lo de nuestra mesa, hacía frio afuera. Resultó que hubo un malentendido entre el mozo y quien se encargaba de la distribución de las mesas para quienes esperaban. Y en medio de nuestra merienda(que empezó bastante tarde, ya de noche, a causa de la demora en la atención), apareció la dueña en nuestra mesa, a plantear sus problemas y a interrumpirnos. Se quedó como 20 minutos contándonos sobre el mozo, la encargada y demás. Mientras, vimos que 2 grupos de personas se fueron bastantes disgustadas con el lugar. No creo que vuelva nunca más a esta Confitería. La atención fue horrible, además tienen más mesas de las que pueden atender.