Uso anteojos casi desde que tengo memoria y en todos esos años escuché mil cosas distintas. Lo único cierto al fin y al cabo siempre fue que de un ojo veo muy poco, pero los diagnósticos pasaron por todas las versiones posibles. Hace unos años, cansada de esa situación decidí pedir una consulta en este centro médico. Pedí el turno, expliqué mi situación y me dijeron que me daban turno con uno de los médicos de consultorio y que si era un caso complejo, me vería el Dr Zaldívar. Y así fue. Fui, expliqué mi situación, me hicieron varias mediciones con varias máquinas impresionantes y esperé un ratito. Después vino mi médica acompañada de un señor. Nos presentaron y ahí estaba el Dr. Zaldívar que de casualidad estaba en el edificio y ya que estaba me vio. Mi pánico era total, pero me calmó en seguida. La conclusión no fue muy distinta a lo que yo esperaba«mirá, no hay mucho para hacer, anteojos y en todo caso algún lente de contacto, pero yo no te opero ni loco». Y eso alcanzó para hacer mi vida mucho más fácil. Todos los años voy a hacerme la medición de aumento y siempre la atención es impecable.