Plaza de la Cooperación

Más conocida como «la placita del Che», este espacio semiverde en el centro de la ciudad de Rosario.
Ocupa la esquina de Mitre entre Tucumán y el Pasaje Poeta Fabricio Simeoni. Tiene un sector verde un poco pobre y algunos desniveles en su construcción que son usados por bickers y skaters para probar sus saltos. Además, lo particular de esta plaza es que cuenta con una cancha cerrada perteneciente a la Subsecretaría de Recreación y Deportes de la Municipalidad. Esta canchita es utilizada por escuelas para los entrenamiento y las clases de educación física y por la tarde y especialmente a la nochecita, por grupos de amigos que van a jugar allí. Es apta para fútbol, handball (tiene las áreas marcadas en el suelo), jockey y basquet. Los fines de semana por la mañana está abierta y mucha gente va a jugar al frontón de manera improvisada. Tiene vestuarios y baños.
Es una plaza con mucho movimiento a toda hora. De día por el deporte y por los grupos que la tienen como punto de encuentro y de noche porque es paso obligado para algunos de los bares de la zona. Cualquier persona que ha frecuentado Berlín (y que son muuuuchas) tuvo que pasar por ahí. Es más, en una época supo haber un carrito de hamburguesas para la salida del boliche.
Ahora está muy iluminada y está más tranquila a la madrugada. Siempre hay grupitos de chicos tomando cerveza o pasando el rato.
En la esquina de Mitre y Tucumán hay una intervención de una gran hormiga sobre la estructura de la plaza.
Dato: para reservar la cancha se puede llamar a este teléfono 4 802 591

La Plaza de la Cooperación completa un poco las visitas que podemos hacer en torno a la vida del Che Guevara en Rosario. Hay algunas otras cosas para hacer, no desesperen.
Esta plaza está ubicada en el centro de Rosario y me atrevo a decir que debe ser una de las Plazas con menos pasto del mundo, es una pequeña isla de cemento con pequeños acentos verdes, perdidos. Hay algunos árboles, pero son realmente pocos en comparación con otras plazas rosarinas. Lo más lindo que tiene esta plazita es el mural gigante de la cara del Che que tiene casi en el centro y bien a la vista de todos, es realmente imponente. Para mi tiene una mirada muy penetrante.
Es un dato no menor que la obra fue encargada al reconocido artista plástico Ricardo Carpani, la misma se realizó en el año 1997 cuando se cumplieron 30 años del asesinato del Che en la Higuera y hace pocos años fue restaurada por lo que hoy se encuentra en muy buen estado. Si pasamos algún 14 de junio por la plaza, seguro alguien dejó algunas flores en honor y reconocimiento a su labor y legado. El 14 de junio es el día de su cumpleaños. Hasta la victoria siempre!

La Plaza de la Cooperación es una plaza muy querida, no tanto por lo que es en sí sino por donde está y lo que representa. Está en un recodo del microcentro que, comparado con lo que pasa algunas cuadras alrededor, brinda una relativa tranquilidad. De noche es una zona de bares que marcaron una suerte de bohemia cultural en la ciudad, uno de sus límites es el Pasaje Zabala (hoy bajo el nombre de Fabricio Simeoni), que en su esquina aloja al bar Jekyll y Hyde y calle abajo a Berlín, a la vuelta Club de Fun (antiguamente Pichuco) y no muy lejos McNamara (donde antes estaba Salamanca, que era un típico bar de jueves de estudiantes universitarios).
La plaza no es muy linda, tiene demasiado cemento que le quedó como resabio de lo que fue: un antiguo mercado de abasto que data del año 1876, de la época en que la ciudad contaba con muchos de estos lugares en donde se despachaban gran variedad de artículos. Cuenta la historia que del Mercado Norte se despachaba gran parte de la verdura y la frutas que consumíà la ciudad.
Otro de los grandes atractivos de esta plaza es el mural del Che Guevara y no sólo por lo que representa en sí sino porque es uno de los pocos murales del Che en plazas públicas, porque en esa pintura el Che aparece medio extraño, con el rostro fatigado, como si tuviera 70 años de edad (cuando el Che murió a los 39), y sobre todo porque fue realizado por el reconocido artista Ricardo Campari antes de su muerte. Es el mismo artista conocido por esos dibujos que representaban al peronismo que solía representar a obreros fuertes o furiosos con trazos gruesos. Ese mural ya quedó para la historia perpetua de la ciudad.

A la «Plaza del Che» (como se la nombra popularmente) la conozco más de noche que de día. Este es el paso obligado para todos aquellos que van a pasar la noche a Berlín, a Jekyll and Hyde, Club de Fun, La Tienda o cualquier bar del barrio.
En ese horario, suele estar bastante iluminada, pero tampoco es de lo más segura, por eso es recomendable pasar con amigos o en grandes grupos. Igual, los taxis pasan seguido y hay mucha gente dando vuelta entre bar y bar.
Todo lo contrario es de día, por esas horas hay jóvenes haciendo piruetas con sus skates, niños andando en triciclos, bicicletas o jugando en las hamacas y el tobogán. Allí, otra postal son los padres tomando mates, gente leyendo o grupos reunidos con una cerveza de por medio.
Una de sus particularidades es que en el interior se ubica un polideportivo donde hay varias canchas para jugar al fútbol, tenis, patín y básquet. Pero, para mí el mayor atractivo, es ese mural del Che que está sobre una de las paredes internas, ahí intacto, para que todos lo saludemos o para llevarse una foto con él.

La Plaza de la Cooperación, o como algunos la conocen «La Plaza del Ché» es un espacio público compuesto más por cemento que por espacios verdes ubicado en pleno centro de la ciudad. Ubicado a metros del mítico pasaje Fabricio Simeoni, en esta plaza no solo se puede llevar a los más pequeños a jugar con las hamacas, toboganes y juegos adaptados con los que cuenta el lugar, sino que además hay espacio y rampas para que tanto los amantes del BMX como de los Skates tengan acceso a un lugar más para practicar sus piruetas, romperse todos los huesos, o simplemente pasar un buen rato.
A mi entender, el mayor atractivo de la plaza es el polideportivo con el que cuenta en su interior. El mismo puede ser reservado con anticipación y es apto para practicar fútbol, volley, patín, ténis. Como dato de color, es el lugar donde suele entrenar la selección rosarina de Handball.
Si tienen ganas de practicar un poco de deporte, de cansar a los chicos para que se duerman rápido a la noche o simplemente de tomarse una cerveza, unos mates, o sacarse una foto con el hermoso retrato del Che Guevara, les recomiendo que se acerquen.