Le tengo cariño a esta empresa por su historia, que alguna vez conocí, y que curiosamente ya no recuerdo. Si no me equivoco, surge como una cooperativa de trabajo gestada luego de la crisis del 2001. Pero no estoy segura. En cualquier caso, la ropa es linda, es deportiva y casual. La calidad es buena también, un buen jersey de algodón, algo vital en la ropa deportiva. Y, al menos para mí, es satisfactorio comprar algo en una empresa hecha a pulmón. Este local –porque Manos Rosarinas tiene varias sucursales– tiene ropa de damos y caballeras, de niños y niñas, y de adultas y adultos. La ropa tiene buen diseño, y buen calce. La ropa para chicos no escatima en estampas divertidas y colores alegres. ¿Los precios? ¡Populares! Si bien es una marca conocida, y de buena calidad, siempre han tenido precios accesibles al público en general, es decir, al pueblo. En Manos Rosarinas es posible equiparse para realizar deportes con un presupuesto ajustado y sentirse holgada.