Le Chocolat

Mmmm qué delicia los bombones de Le Chocolat!!! Soy una fanática del chocolate, me gusta mucho, lo comería todo el año, incluso con 1500 grados en enero.
La primera vez que recibí una cajita de bombones Le Chocolat fue cuando tuve a mi primer hijo. Llegó una tía de mi esposo a conocer al bebé y felicitar a los padres y cuando me entregó los bombones me alegré. Basta de escarpines y baberos! Por supuesto que los agradecí y los guardé; no convidé a nadie (un poco descortés) y me aproveché de forma impune de mi estado de madre reciente. Cuando se fueron todos, saqué MI cajita y los probé. Buenísimos! O cuanto menos muy ricos, exacerbados por la felicidad del momento que acompañaron.
La cuestión es que cuando mis amigas han tenido a sus niños, se ha vuelto un ritual para mí llevarles bombones de Le Chocolat. Como imaginarán, ellas también se avivaron y así como reciben el paquete, cerradito, lo guardan para disfrutarlos en soledad y no tener que convidar a todos los presentes. Conociendo el paño, cuando voy a la bombonería me llevo un par para mí porque sería inhumano comprar bombones y no probar ninguno!