Elis es una pequeña cafetería y panadería ubicada en pleno microcentro. Fue mi refugio durante varios años, porque a veces salía tarde de trabajar y volvía a entrar en breve, o trabajaba doce horas(hermosa época de mi vida: S), así que me iba ahí y me pedía alguna tarta o empanadas riquiísimas. También amé los panini, con ese pan tan suave y obviamente calentitos. Todo super barato, para comer algo rápido y de paso. Si me quedaba espacio, me compraba un alfajorcito casero, de chocolate. A la mañana, llegábamos con mis compañeros al local en donde trabajaba(a la vuelta de Elis) y ya tempranito llamábamos para pedir el desayuno: lágrima doble, dos facturas con crema y un vasito de exprimido que era un sol brillante en la mañana(super natural, recién hecho). Siempre tienen promociones, tanto para desayunos como al mediodía. La atención es muy buena y hacen envíos en la zona(viene la moza y la querés mucho) para los laburantes hambrientos como yo. El espacio de la cafetería es bastante reducido, por lo que, en horas pico, cuando todos salen a almorzar, puede ser un poco caótico. De todas formas, atienden rápido, pero si querés sentarte a almorzar tranquilo, te conviene ir tipo dos de la tarde, cuando ya se están yendo todos de vuelta al trabajo, o llegar primero, a las doce menos cuarto y hacerles un muejeje a los que se vayan apiñando detrás en la fila. Recomendadísima micro-cafetería y panadería microcéntrica amena y agradable a la panza humana.