Esta confitería tiene la particularidad de la delicadeza en todos sus productos. Utilizan materia prima de primera calidad y es propiedad de una familia que desde hace años está en el negocio. Las masas finas realmente son finas, nada de medio kilo de dulce de leche cada una. Las masas secas son bocaditos sutiles. Las facturas riquísimas, te comés mil. Palitos de queso impresionantes. Y lo mejor de lo mejor: las tortas y postres, son una delicia. Recomiendo fuertemente la Concord. Es una especie de mousse de chocolate con cubierta de cubanitos que parecen espuma cuando los saboreas. También son riquísimas las de sambayón y chocolate, naranja con crema de naranjas y el rogel. Todas tienen una presentación impecable, superior a cualquier otra alternativa de las panaderías más reconocidas de la ciudad. El kilo cuesta unos $ 180.- aproximadamente y con 1,300/1,500 Kg. alcanza para 6 adultos y algún que otro niño. Es conveniente consultarlo al encargar. La producción es artesanal por lo cual es necesario encargar con anticipación tortas y postres. No es de esas panaderías donde vas a la heladera de exposición y elegís una para llevar. Pero realmente vale la pena ser previsor.