Llegamos y nos encontramos con varias mesas desocupadas y sucias. Nos ubicamos, después de 15 minutos limpiaron nuestra mesa e hicimos nuestro pedido: cosas simples, una ensalada, dos milanesas y unos ñoquis con salsa bolognesa. Los problemas no terminaron ahí, trajeron dos bebidas primero, luego una tercera y la cuarta, con 10 minutos de diferencia, y con equivocaciones. Lo solucionaron y, tras por lo menos media hora nos trajeron los platos, nuevamente con errores que corrigieron después de que nos quejamos. La ensalada estaba bien, pero las milanesas estaban duras, y los ñoquis estaban crudos. A eso súmenle que la «salsa bolognesa» era… ¡salsa de pizza! Ni carne ni laurel, ñoquis con sabor a pizza. Encima, mientras tardaban una eternidad en traernos la cuenta, varias mesas se desocuparon y quedaron sucias hasta que nos fuimos. Un horror, realmente, y bastante caro para lo que ofrecen.