La Bistecca

Siempre le tuve rechazo a los tenedores libres pero La Bisteca es un punto aparte. Toda la comida es fresca, el ambiente es impecable, la atención es e lujo. Ciertamente, un lugar para ir con amigos o familia. Además, si vas en tu cumple, los mozos rodean tu mesa y te cantan, eso lo hace muy descontraido y divertido.
Ya volveré!

Para los que no tienen ni idea es un «tenedor libre», con mucho aire italiano. Lindo para compartir en familia.
Ambiente: Muy bueno. Un aire fino, prolijo y bien organizado. Luces tenues, amplio y muy cómodo.
Atención: Muy buena. Mozos y mozas muy bien predispuestos. Mis respetos a ellos que cantan 35 veces por día, tarde y noche el «feliz cumpleaños» en italiano, chicos que paciencia, mis respetos.
Comida: Muy buena. Mucha variedad, para todos los gustos. Pastas riquísimas. Fuente de chocolate y el Volcán de chocolate, mi favorito, uno de los mejores que probé. Rico rico todo.
Bebida: Pendiente
Fui muchas veces a comer con compañeras de trabajo y con amigas. El lugar se presta para la charla, es muy cómodo.
Felicitaciones.

La Bisteca es definitivamente mi lugar para comer.
Pagas un cubierto fijo y comes lo que quieras cuantas veces quieras. Es ideal para comer un poquito de cada cosa, lo mejor en mi opinión son las entradas que van desde quesos y fiambres hasta sushi.
Después, como platos principales hay pescado, carne, pastas y pizzas y para el postre podes elegir algo del buffet o pedir algo a la carta.
El lugar es casi perfecto. Hay valet parking si venís en auto, una recepción para esperar tu mesa y una vez sentado los mozos se encargan de que no te falte nada. La ambientación es cálida, agradable pero poco luminosa en las mesas.
El precio es elevado pero vale la pena gastar un poco mas de vez en cuando y disfrutar de una buena cena.

La Bistecca es un tenedor libre clásico de zona norte, y como todos los tenedores libres no son lo que uno espera que sean. El lugar es cómodo y los mozos tienen la picardía de acomodar parejitas lejos de las mesas familiares con cinco niños que corren. Cantan el tanti auguri como cien mil veces por noche y si no es tu cumpleaños es la muerte. La comida no está mal, vas, te servís, no es una cosa para destacar, de todas formas yo medio detesto esta modalidad. La panera es memorable. Las papas fritas evitalas, los embutidos también, lo mejor siempre está al final del arcoiris sigue el consejo del leprechaun: no te llenés con salame y queso tybo.
Lo mejor fue la lasagna de berenjenas, que no es algo común de encontrar, estaba bien hecha.

Hace 55 minutos estamos esperando y me
Dijeron 20! Pasaron adelante un montón de personas son un desastre nunca en usa paso algo así

Si gustan los tenedores libres es un muy buen lugar para elegir, el ambiente es tranquilo y las conversaciones pueden llevarse sin necesidad de estar gritando, algo poco común en este tipo de lugares.
La comida es muy buena y tiene mucha variedad, el único inconveniente es que a unas papas les faltaban algo de cocción, al igual que las mollejas.
No hay motivo de queja en cuanto a la atención, los mozos son muy atentos y serviciales.

Tenedor libre que explota todooo de lo rico. Hay una fuente de chocolate para postre que también de ONCE. Platos muy exquisitos.

This is our absolute favorite restaurant in BA! It has a wonderful sampling of Argentine specialties-​incredible breads, the most awesome selections of cheeses, and literally hundreds of salads, side dishes (deli meats like you’ve never had), quiches (tortes) –all fabulous gourmet from scratch. Then as far as entrees, there is a large area w/​chefs who’ll give you your favorite cut if meat (asado) fresh pizza and pasta of your desire (the Gorgonzola nochis are to die for)! There is a chocolate fountain w/​fruits and cake pieces to dip but I always order one of the incredible desserts off the menu. The ambiance is fine dining beautiful tables and the waiters are quick to clear the tables and bring you great wines or drinks of your choice. Go hungry! It’s somewhat pricey but not in comparison to something comparable in the USA!

Cuando pienso en La Bistecca se me viene a mi mente la siguiente imagen mental: sentados en la mesa, después del postre, sobremesa, suspirando y pensando cómo vamos a volver de lo lleno que estamos. «En vez de ir en auto, debería volver corriendo a casa». Es la típica frase.
Y no es exagerado.
La Bistecca es símbolo de comida ilimitada, «Buffet Libero» lo llaman ellos. Pero el mensaje es el mismo: come hasta decir basta.
El sistema ya es conocido. Hay varios restaurantes del estilo repartidos en los diferentes polos gastronómicos de Capital Federal y GBA. Pero ninguno como éste.
La Bistecca llevó el concepto de «tenedor libre» a un nivel más alto.
El ambiente es refinado pero sobrio. Exclusivo, pero sin excentricidades. El punto justo.
Es ideal para ir en familia. Las mesas redondas dan «mesa italiana» con la típica famiglia unita. Me gusta el toque familiar e íntimo.
Su especialidad son las carnes y las pastas (obvio, argento-​italiano). Las colas pueden ser un poco largas, pero vale la pena.
Mejor dicho… ¿quién va a un restaurant de este estilo para ir sin paciencia y comer apurado?. Ese no es el estilo de La Bistecca.
La comida es fresca, obviamente elaborada en el momento. Eso es aún mejor.
Este local (a mi parecer) es más lindo que el de Puerto Madero, tiene un estilo más de barrio.
Simplemente adoro La Bistecca.