Esta tienda es, como diría, insólita, porque es un auténtico anticuario que jamás esperarías encontrar en esta ciudad. Lo digo porque no hay muchas casas así en Rosario mismo, pero, esta ciudad da mucho de sí, y aquí está en formato negocio lo que asevero. Si e fijas en las fotos sabrás a que me refiero. Hice una visita, porque además de que me apasionan las antigüedades, tengo dos platos de mi madre, coleccionista ella durante años, que sé que tienen más de 100 años y quiero saber qué precio aproximado tienen, sé que no deben ser nada baratos, y también, quiero saber si puede venir a ver a casa un Bahiut lacado chino, que ese si no quiero saber nada más de él, es un precioso mueble pero no me gusta su procedencia. Para comprender esos ítems, tienes que conocer de antigüedades, y eso es justamente lo que encontré tras la puerta de este local. Esta abarrotado de objetos de todo tipo y datación, jarrones, esculturas en bronce, arañas con caireles de cristal legítimo, estatuillas de colección en porcelana de animales, pequeños muebles auxiliares, y un mundo de objetos de antaño que te tienen que gustar, investigar su valor artístico, o simplemente comprar para ponerlo en tu casa y darle un toque diferente a algún rincón. Es un anticuario, como la palabra lo describe.