Sofra Restaurant Árabe

Si andas por la zona del barrio Cerro de las Rosas, sobre la avenida Rafael Nuñez vas a encontrar un lugar especial para degustar comida del medio oriente.
Sofra es un restaurant árabe que prepara unos platos exquisitos a buen precio y también tiene delivery. Abren todos los días (si, leiste bien, TODOS LOS DIAS).
En un par de ocasiones fui a comer ahí ya que queda a dos cuadras de donde trabajo. Obviamente las veces que vamos con mis compañeros de trabajo es para festejar alguna ocasión especial ya que tampoco da para ir todos los días porque de esa manera dejarías de descubrir curiosidades que te sorprendan.
Entre sus platos podemos encontrar hojas de parra, Falafel, Mahshi Parra, Hummus, Shawarma con hummus, Ensalada Fattuch, Kibbe (o Keppe) Cocido, entre otros delicios platos.
También podés acompañar la sobremesa con una shisha (también llamada narguile o narguilé narguileh, cachimba, hookah, o narguila) es un dispositivo que se emplea para fumar tabaco, especialmente de distintos sabores o plantas sin nicotina. Es tradicional del medio oriente.
La atención es muy eficiente y la cocina rápida. Mientras te acomodas, te traen las bebidas, charlas unos minutos y al ratito el mozo te trae los platos siempre coloridos y en su punto justo.

Hace un tiempo mis tíos me invitaron a cenar a un lugar que hizo que a través del paladar y la sensación del gusto viajara directo y sin escalas a mi etapa del secundario, ya que fui a una escuela libanesa en Buenos Aires y durante épocas festivas los sacerdotes nos invitaba deliciosos manjares nuevos para mi.
Recuerdo que cuando llegamos al lugar nos recibió un señor que muy gentilmente nos acompañó hasta nuestra mesa reservada con anterioridad y nos explicó que tipo de comida servían en ese deslumbrante restaurante. Nos habló de platos como mezza, compuesto por sfijas, labneh, humus, kibbe crudo y cocido y un montón de otras comidas al estilo mediterráneo y de medio oriente que no recuerdo. Pero nos sugirió que si ésta era nuestra primera experiencia en este tipo de comidas tan condimentadas eligiéramos la picada Sofra. Y sugirió, también, que la acompañemos con agua y un delicioso vino.
La comida llegó bastante rápido y todos mis sentidos estaban desorbitados. el aroma era increíblemente delicioso, los colores de cada pequeña cazuela que conteníà la comida era completamente distinto a lo que acostumbramos a ver en nuestra cocina más autóctona. El momento de probar esos platos fue magnífico, viajé mentalmente hacia algún lugar recóndito del medio oriente! Y era súper abundante!
Al momento del postre elegimos, nuevamente una tabla que contenía distintos tipos de los postres más deliciosos y dulces que había en la carta. Esa fue otra experiencia aparte!
Siempre que tengo ganas de darme un gusto personal o agasajar a algún ser querido pienso en este lugar, ya que es una atractiva propuesta gastronómica y no hay opción de quedar mal!

Mi abuela es de familia Libanesa, así que como somos parte árabes comemos muy seguido Queepe, Tabule, Niños envueltos, etc. Si bien nadie pude superar a la comida de la abuela, Sofra es uno de los pocos lugares que hacen el Queepe de carne de cordero. Si sabes de comida árabe, se tiene que hacer con cordero pero acá es más fácil conseguir carne de vaca. Yo nunca lo había comido de cordero y me gustó mucho, lo hacen bien tradicional con nueces al que es cocido. Te ofrecen una tabla para compartir donde viene de entrada empanadas árabes que son muy ricas. Después te traen Queepe acompañado de Tabule que es como una ensalada de trigo, tomate, lechuga y mucho limón. Que para mí es lo más rico de la comida árabe. También pude de garbanzo y de berenjena y por ultimo niños envueltos. Los cuales son carne y arroz envueltos en una hoja de parra, acá los acompañan con limón que queda muy rico.
El lugar es muy iluminado y grande, nunca hay mucha gente entonces siempre podes conseguir un buen lugar. Los mozos son muy atentos y tiene una buena carta de vinos.
Y si vas te recomiendo que si o si pidas de postre baklava que es muy dulce y es riquísimo

Sofra tiene un salón amplio, estratégicamente iluminado y con una decoración acorde a la temática del restaurante. Además, tiene un sector de mesas en el exterior, en la entrada, que suele estar repleto los días de semana por la mañana con personas tomando café, trabajando o en reuniones. Ah! El lugar está abierto de lunes a lunes todo el día.
La carta está compuesta por platos típicos de la comida árabe tal cual la conocemos en nuestro país, pero el imperdible es la picada árabe compuesta por dos pasos. Primero, las empanadas árabes –una de las más ricas que probé del estilo– hummus, puré cremoso de berenjenas (batersh), ensalada tabbule y cuajada para untar, acompañado del más crocante pan de pita caliente –no dudes en pedir más porque una sola panera es muy poco-​. El segundo paso cuenta con niños envueltos en hojas de parra y keppe cocido. Por la abundancia, con una picada para dos personas comen tres y quedan muy satisfechas.
Aquellos que vivan por la zona pueden aprovechar el servicio de take away para comer las delicias árabes en su casa.
Los precios de los platos son muy buenos, el restaurant cobra un extra de 9 pesos por persona por «cubierto».

Uno de los mejores lugares para disfrutar de auténtica comida árabe! Con muy buena ubicación en plena Avenida Nuñez y con un clima cálido y familiar, podes deleitarte con exquisitos platos como la picada árabe, que es abundante para dos personas que quieren probar un poco de todo o también tenés la posibilidad de pedir platos especiales como los langostinos con humus (mi preferido!), o shawarma, keppe en sus diferentes versiones, y otras preparaciones típicas.
Para el que va por primera vez y nunca probó árabe, es recomendable que conozca lo que van a traerle porque no suelen ser platos tradicionales. En caso de no gustarte la comida árabe, podes optar por el menú para niños: milanesas con papas fritas (las veces que fuí, era lo que pedían todos los padres a sus hijos jaja).
La atención es muy buena, los mozos son chicos jóvenes que están atentos a las mesas, la comida te la sirven super rápido, casi ni esperás y las porciones son bastante generosas. El pan de pita es lo más rico que hay y no podes parar de comerlo junto con las cremas que acompañan la picada: de garbanzos, de berenjenas, de yogur, etc. Los niños envueltos (carne picada con arroz en hojas de parra) desaparecen y no te das cuenta en que momento te los comiste, son riquísimos! Mmmm quiero volver ya!