Qara Cocina Árabe

Vengo a discrepar, permiso.
Lugar muy recomendado por múltiples conocidos. Reservamos mesa con multitud de Unilocalers y nos dispusimos a disfrutar de la velada entre amigos y abundante picada árabe. Lo conseguimos con contundente éxito. A la hora de la reseña, analizo por partes porque esto tiene demasiadas dimensiones.
El lugar: tamaño justo, ir con reservas porque se llena, y si no está lleno tampoco te van a haber preparado comida así que tampoco vayas. No es un monumento a la limpieza o la prolijidad, pero cubre expectativas mínimas de comodidad. Un poco bajas las luces para mi gusto.
La comida: Picada de 3 platos fuertes y pures varios como acompañamiento, además de empanadas. Las empanadas deliciosas, los keppe razonables y los niños envueltos por debajo de lo esperado. Pure de berenjena y garbanzos muy ricos y un labne diez puntos. Acá todo cumple las expectativas, pero lo único sublime en mi opinión son las empanadas. Las cantidades son generosas y realmente comes hasta que no podes más. Ahí te traen el postre. El postre merece mención especial, porque los dos que probamos estaban deliciosos y super dulces. En lo personal, no me gusta la idea de la picada fija como única alternativa, o si así fuera, me gustaría más variedad de platos. La relación precio calidad, eso sí, brilla. Se paga poco comparado a cenas similares en otros restaurantes arabes.
La atención: Ay ay la atención. Wallid es… Wallid. Único en su especie. No termino de entender que parte de su actitud es real y que parte ya es un acting porque sabe que el mundo lo ve así. En fin, vayan advertidos. No se caracteriza por su cordialidad y cumple a rajatabla. No se muestren indecisos porque fueron, esto es para los que no les tiembla el pulso. Para el que desconoce puede resultar rudo y hasta una mala experiencia.
No recomendaría este lugar sin antes aclarar todas estas cuestiones. No me parece que sea EL lugar para comer árabe en Córdoba, ni mucho menos. Hay otras opciones por precios superiores pero con mayor variedad y mejor atención.

De los muchos lugares que hay para comer comida árabe en Córdoba, ninguno es como Qara. No sólo porque es diente libre, ni porque la comida es excepcional, sino porque además está atendido por su propio dueño: el célebre Wallid.
Hay que tener en cuenta algunas cosas para ir a comer a Qara. Primero, nunca vayan sin reserva. Por más que haya mesas libres, sin reserva no se van a poder sentar. Segundo, no lleguen tarde (en general, uno no debería llegar tarde a ningún lado, pero este no es espacio para debatirlo). Por último, no se van a poder ir sin comer postre.
Todo está hecho en el día y la comida es exquisita. Me gusta particularmente porque la porción de keppe crudo es gigante y podés repetir sin problema. Eso sí, nada de dejar algo sin comer en el plato.
El ambiente es muy acogedor, decorado con tapices y cuadros con motivos de medio oriente y Wallid es un gran anfitrión. Qara es uno de esos lugarcitos únicos en la ciudad.

Locura absoluta de pasión.
¿Qué desgracia de la vida me llevó a tardar tanto en conocer este lugar? ¿Qué mano oscura y siniestra me cegó la mirada? ¿KE ONDA PAPÁ?
Walid es todo lo que está mal, pero todo lo que está bien, su personalidad es lo todo. De arranque, si no reservaste y querés cenar, seguramente te vas a comer un apriete, pero te va a hacer lugar (lo mismo, reservá). De ahí en más, el viaje gastronómico es de ida al paraíso.
Puede que en dos ocasiones no haya lo mismo para comer, pero en general vamos con: Empanas árabes, laben, quepi crudo (DELICIOSO), cocido, niños envueltos, Hummus y aceitunas. Todo excelente, pero destaca el quepi crudo, por lejos.
Por último, el consejo repetido, no malinterpreten la mala onda de Walid, es así «la cosa», probablemente los atienda medio a los retos y antes de irse les pregunten si se van a ir «sin sacarse una foto con él».

Espectacular!
La picada árabe más rica que he comido sumado a la particular experiencia que es ir a este lugar.
Solo se puede ir con reserva ya que su dueño no acepta a los indecisos ni a los que llegan tarde, y buscas tu cartelito con tu nombre y vas y te sentas.
Y así nomas te empiezan a traer delicia más delicia, y como es picada libre podes repetir de lo que quieras (cosa que me resultó imposible! que manera de comer…)
Tiene todo lo típico de una picada más el postre y a solo $ 110 por persona!
Me encantó Qara es una experiencia que lo más pronto posible voy a volver a repetir.

[Sigue siendo una tortura hacer reseñas con hambreeeee] Comida árabe querida, comida árabe amada. Como me encantan estos platos pofavo’
Ahora bien, después de hacer un recorrido (me faltan muchos, obviamente) por algunos locales de este tipo de cocina, lamentablemente no puedo ponerle 4 o 5 estrellas. Serían unas 3,5.
No está en una zona céntrica (si bien está cerca del Patio Olmos, pero hay que caminar, como diría Lita de Lazari) y si no fuera por los carteles, uno pasa de largo sin encontrarlo.
La atención del dueño es impecable y saca los platos relativamente rápido. No hay en realidad nada malo con la comida. Todo más que bien, pero lo que le baja el puntaje es que por ese precio ($ 110 por persona), la picada árabe es mucho más chica (menor cantidad de platos y estos no son muy abundantes, excepto por el keppe crudo, que no es mi favorito). La lista de lo que incluye es:
–Empanadas árabes
–Puré de garbanzos
–Puré de berenjenas
–Aceitunas negras
–Keppe cocido
–Keppe crudo
–Niños envueltos
–Pan árabe (retazos, diría yo)
–Labneh
Lo copado y lo diferente de este establecimiento (además de lo bello que es por dentro) es que viene con dos porciones (muy pequeñas) de postre: Namura y Baklava. Como en todos lados, la bebida no está incluida en el precio.
No lo colocaría en mi lista de mis favoritos, pero tampoco en mi lista de peorcitos :)

Un lugar distinto, parece un clásico bodegón, el dueño es seco y malaondeado, lo que evoca esos años dorados donde la atención y el confort no eran tan ponderados como la comida, que es en lo que se enfoca. De todas formas, no es más que un personaje y hay que ir con eso en mente, no enojarse y tomarlo como algo cuasi lúdico. Fuimos 3 parejas a cenar, nos divertimos, comimos bien, el ambiente es íntimo para ir con la familia, amigos o tu pareja.
Las empanadas árabes tienen orégano, lo cual a algunos puede ser que no les guste.
Las porciones de keppe crudo son bastante abundantes, si quieren comenzar con algo diferente al orden de la picada o no comer algo en particular, solicitarlo con tiempo y repetírselo al dueño/​mozo, que si ve comida en la mesa no va a servir otra cosa hasta que en la mesa no haya nada (recordar es diente libre, pero no la idea no es tirar comida a la basura).
–Datos extra–
Carta de vinos: corta pero de buena rotación (hubiese gustado una opción un poco mejor)
Precio: muy bien
Estacionamiento: con bastante lugar en la calle, tranquilo y ese día no había cuidacoches.
Comida: recomendable, recetas caseras con impronta propia, buena materia prima.
–Conclusión–
Como no ir? Con amigos, imperdible.

La comida zafa lo mejor un Kepe crudo medio pelo, lo peor el dueño, las primeras veces era negocio ir por la picada libre, con los meses dejo de ser libre y bajaron las cantidades en los platos notablemente, era florido ver a alguien tan inapropiado para el trato con el cliente a cargo de un restaurante, después la cosa pasó a ser un acto permanece de mal educación y desprecio al consumidor, si te animas a pedir algo más tendrás una respuesta con cara de poco amigos por parte del dueño que no hay más comida porque cocina la justo. Fui más de seis veces y la verdad que ya tuve suficiente de la arrogancia y desprecio de este personaje, recomiendo un clásico y más barato la zete a pocos pasos de este antro devenido en lugar de culto.

No es uno de mis lugares favoritos de comida árabe. Fui dos veces y creo que con la última decidí no volver. La comida árabe en sí es pesada, pero la última vez que comí ahí, me cayó todo muy mal.
La picada sale $ 100 por persona y es libre. Las empanadas no me gustaron. Yo les sentía mucho sabor a salsa de tomate de caja, no sé por qué. El kepe al horno era un masacote medio insípido. El kepe crudo no me enloqueció, he probado mejores. No tenía buena proporción carne-​trigo (era más carne). La picada no trae tabbuleh. El laben estaba bien, pero he probado mejores. Me encantó el babaganoush y el hummus estaba bien. El pan no es el mejor del mundo, pero es rico. Las aceitunas negras son riquísimas. Los niños envueltos tenían la hoja medio dura, también he probado mejores. De postre viene un pedacito de baklava o namura, los dos exquisitos.
Como es libre, vengan con mucho hambre. El dueño es el que atiende, es un genio. Es bien árabe en sus formas y se puede llegar a enojar si no terminás algo. El lugar es pequeño, así que reserven lugar.

Ya quedan pocos lugares atendidos por sus dueños en La Docta y este es uno de esos. Wally es un grande! Nos reserva mesa cuando sea y atiende muy muy rápido, dándose el gusto alguna que otra vez a una charla con nosotros. Un genio!
La comida es árabe y casera 100%. Al que no le gusta, no le gustará el lugar. Por si le faltaba algo, es all you can eat.
Últimamente, el Kepi cocido no es el mejor, pero supongo que es una cuestión temporal.
Fui, voy y seguiré yendo!

Excelente lugar para comer comida arabe! Atendido por un arabe! La comida es muy buena ! La picada es libre pero al dueño no le hace mucha gracias que pidas más pero es re barato!!!

Hay que ir sabiendo que el dueño-​mozo es un poco peculiar, sino aceptas eso te puede arruinar la comida.
Excelente la comida, las empanadas y el quepi de los mejores que he probado en cordoba. El hummus no fue mi favorito pero estuvo muy rico tb. El laban (yogurth ácido) de otro planeta.
Algunos tips para salir vivo de Qara:
— Si reservas asegurate que no falte nadie
— No esperes elegir que ni cuando comer
— No intentes la osadía de proponer tu preferencia de postre. Si querés postre comes lo q te traiga.
— Alaba lo que te guste, aunque parezca que no escucha va llevando la cuenta. Si tenes suerte al final te saluda con un «Fueron muy amables»
Para volver una y varias veces más.

Fui una sola vez hasta ahora (lo sé, #loser). Pero quiero volver, muchas veces.
La comida es muy rica. Pagás un precio base y comés todo lo que te van trayendo. Un alto win.
Hay que ir siempre con reserva. Pero sé de personas que fueron sin y tuvieron mucha suerte de encontrar lugar.
El lugar está muy bien decorado. Es muy lindo.
El dueño parece mala onda, pero en realidad es muy amable.

Está bien, tenían razón.
Qara es tremendo.
No solo la comida, sino el ambiente, la atención (bizarra y genial en partes iguales), el vino sin carta (lo elige el señoro según la qara del comensal? KOMO SAVER), todo, TODO. Volvería esta noche, lo juro.
Lo mejor de la picada: el keppe crudo y el baba ganoush. Una DELICIA. También las empanadas estaban muy bien (dos por persona) y el hummus. Pan pita en serio, real, como el que comí en Asia.
HAGAN RESERVA, me clavé un par de veces hasta que al fin pude ir y vi gente clavarse también. Hay pocas mesas, así que no se confíen.

El mejor restó de comida árabe en la ciudad. Su dueño, cocinero y mozo, todo en uno, es Walid que es muy mala onda pero hace la mejor comida árabe del condado. Llegás y te encaja las empanadas de una, recién sacadas, hirviendo, humeando esos condimentos árabes como las 7 especias por todo el pequeño salón. No hay muchas mesas y conviene reservar porque se llena, tanto de día como de noche. La picada es libre e incluye postre. Es lo único que ofrece solo picada que incluye puré de garbanzos, labben, puré de berenjenas, pan árabe caserito espectacular, empanadas, aceitunas negras, keepe crudo y cocido. De postre, baklava y namura. Solo hay que pagar la bebida extra. Barato, rico y divina ambientación oriental. Amo amo amo Qara. Solo hay que estar dispuesto a bancarse al malondón de Walid, pero su comida es tan espectacular que lo vale.

Si aceptás seguir las reglas, podés comer una rica picada árabe.
El dueño de Qara, Walid, vino de Jordania hace unos 30 años… pero sigue conservando la tradición gastronómica de origen, y su personalidad hace que ir a Qara sea una experiencia bastante única.
Funcionamiento del lugar:
Hay que llamar y reservar, porque solo se cocina para quienes avisaron que van. Si pasás por ahí sin reserva, es casi seguro que te vas a ligar un reto fuerte de su dueño y vas a salir sin nada.
El menú es único, una picada de diversas cosas ricas, no se te ocurra pedir algo en especial.
Los horarios están especificados y se cumplen tal cual, nada de quedarse charlando un ratito más.
Sobre la comida:
El keppe crudo es muy rico, se asemeja al de origen sirio o libanés, con mucho aceite, sin baterej y con unas cebollas crudas que lo acompañan.
Las aceitunas al estilo griego, exquisitas.
Y los sarmá, o niños envueltos en hoja de parra, también son excelentes.
Recomiendo pedir un café árabe (a quien conoce el café turco, es muy similar) para acompañar el postre, que si es baklawa no es la mejor, pero es la que hay.

Casi me desmayo en el gimnasio de no comer en todo el día para venir a llenarme acá después de lo que había escuchado, y valió la pena todavía estoy sacándome las astillas de la pata de la mesa que me quedaron en los dientes.
Exagero? Un poco pero no tanto, la verdad por el bajisimo precio de $ 95 comes hasta llenarte y no cualquier cosa sacada en serie como en un tenedor libre, al contrario todos los platos bien variados hechos con dedicación, y no solo ricos a secas, sino BUENISIMOS. De todo la Mutabal se lleva un escandaloso 10, el Keppe asado también es bueno asi que le damos una lluvia de estrellitas. El Keppe crudo si lo adornas con limon y mutabal o labneh mejoraba bastante. El postre (Namura) estaba (es) mas dulce que chamuyo de borracho en el boliche a las 5 de la mañana pero muy rico.
Che y no le hagan tanta mala prensa a Walid, es piola, no tendrá la simpatía de Carlitos Menem pero tampoco es De la Rua, incluso te tira un par de chistes.
En fin me encanto el lugar la verdad que para hacer una visita obligada una vez al mes comiendo algo de calidad por un precio muy módico.

Anoche fuimos a probar este lugar, totalmente motivados por las reseñas de ustedes Unilocalers!
Teniendo en cuenta algunas reseñas decidimos llamar para reservar por la tarde, me atendió una señora muy amable, le dije 22:30hs y me dijo que no había problema pero si podía ser más temprano, mucho mejor…
Llegamos 22:00hs y ahí estaba nuestra mesa con un cartel, completamente reservada. El lugar estaba calefaccionado algo que se agradeció en la fría noche. Inmediatamente fuimos atendidos por Walid Taji, el dueño del lugar, un señor grande y bonachón. Aflojen con las reseñas de que es mala onda! Nada que ver! Nos pareció super atento…
El menú es único, cuesta $ 95.- e incluye: Empanadas Árabes, Pan Árabe, Hummus (Puré de Garbanzos), Mutabal (Puré de Berenjenas o Baba Ganoush), Labneh (Crema Queso/​Yogurt ácido), Keppe Crudo y Asado (con cebollas como acompañamiento), Niños Envueltos y Aceitunas Negras. De postre ofrecen Namura (una tortita de sémola de trigo embebida en almíbar). Voy a destacar por sobre todas las cosas la Mutabal que me pareció EXQUISITA!
Aparentemente hay reposición de los distintos platos, menos del postre, algo que no sucedió porque éramos dos comensales y la verdad que fue más que suficiente, quedamos completamente satisfechos.
Para beber pedimos una cerveza negra, nos trajo una Imperial y Walid nos dijo: «Acá está la negra!» REPITO NO ES MALA ONDA!
El lugar es una casona antigua, ambientado con diferentes motivos alusivos a la cultura. Los dueños son sirios y se nota que preparan los alimentos de manera tradicional o como si fuera para su propia familia. Música ambiental no tiene, y la luz es tenue.
Vimos como había comensales asiduos con los que Walid incluso se detenía a conversar y acompañaba a la salida abriendo la puerta para las damas.
Excelente experiencia, muy recomendado, ir con hambre y a disfrutar de este exótico lugar en el centro de Córdoba!

This place is just plain amazing. The food is an assortment of small dishes (about 7 or 8 every 2 people) composed of typical Arabic cuisine all prepared by its owner, a grumpy guy called Walid, which will left you stuffed and wishing you had a second stomach to keep on eating, this meal is crowned by an also typical desert (either baklava or another whose name I don’t know). There is a decent selection of beverages that you can get to accompany the meal too (several wines and also soda or just plain water).
The place is usually packed (especially on weekends) so you better call for a reservation beforehand.
Just go prepared for a superb experience, you don’t have much of a saying on your meal (Walid chooses timing, dishes and sizes for you) and you might get scolded if you don’t finish up something. The bill is also surprisingly low for such good food even when you down a couple of bottles of wine along.

Este lugar paso de ser uno de mis preferidos a «No vuelvo nunca mas». Estéticamente te traslada a Siria, aunque a una Siria un poco deteriorada. El espacio es agradable pero nada mas. Es todo muy viejo y necesitan modernizarlo urgente. La calidad de la comida ha disminuido enormemente con el paso del tiempo. Las porciones son cada vez mas chicas y cuando pedis otra vuelta (se supone que es picada libre) te traen la mitad de la porción o se «olvidan» de las cosas. La atención deja mucho que desear por este motivo. El malhumor de Wallid no es compatible con ningún lugar que entienda de atención al cliente. Al Sahara y la Zete le pasan el trapo ida y vuelta.

Pase de «No me gusta la comida Arabe» a extrañar Qara si pasa mucho tiempo que no voy.
Es un restaurante muy chiquito, que hacen solo picadas, no hay carta para pedir, el menú es siempre el mismo. La picada trae: empanadas árabes (Las mejores que probe en mi vida), humus, puré de berenjena, keppe crudo, keppe cocido, pan árabe casero, aceitunas, y laban. De postre una porción de baklava o namura.
Atendido por Walid, el dueño, lo que hace todo mas especial, sin dejar de lado la ambientación y la música que ayudan a que sea una verdadera experiencia.
Precio económico y es recomendable reservar antes.

Adoramos Qara, vamos al menos una vez al mes porque lo extrañamos.
La comida es simplemente deliciosa. Hacen solamente picada árabe y no tienen carta. La picada incluye keppe crudo (lo mejor de lo mejor), keppe cocido, empanadas, labne, puré de garbanzos, puré de berenjenas, niños envueltos, aceitunas negras, pan árabe y de postre namura o baqlawa, también incluido. Según la cantidad de gente que haya a veces también podes pedir café, aparte, que es buenísimo.
El lugar esta muy lindo ambientado y a pesar de ser chiquito tiene varias mesas, y el interior esta calefaccionado (en invierno y verano).
Walid, el dueño, es quien te atiende y al principio puede parecerte un poco rudo, pero después te das cuenta que nada que ver.
Recomiendo ampliamente reservar por teléfono, porque se llena bastante y si vas a probar si conseguís lugar en general terminas volviéndote a tu casa.