Panes i Mas

Este lugar es genial para comer sandwiches o la pastelería, todo es hecho casí en el momento, muy rico y casero, venden unos individuales de postre que son increibles, he probado casi todo lo que hacen jaja y no se que elegir! El tiramisú es exquisito, los pebetes de bondiola también, todos los sandwiches son ricos, ricos.-
Una vez almorcé en el lugar y no me pareció excelente la comida. ahí hay una diferencia bastante marcada con la sandwichería y la pastelería.-
También hacen unos panes caseros enormes para llevar que son increíbles.-
La atención en caja al menos, que es la que más conozco, es super cordial y amena.-
Hacen pízetas de semillas, tienen productos muy muy naturales y otros bien de gordo, tienen para todos los gustos!

Me pasó algo raro con este lugar!!!
Una amiga me había mencionado que toda la pastelería que había probado de aquí, era genial. Así que un día que salía de Tribunales (5.30 pm), me disponía a merendar aquí y confirmarlo, pero ESTABA CERRADO.
Qué decepción… :(
A la semana, volví. Esta vez a almorzar.
El lugar es acogedor y bastante pequeño, por lo que encontramos mesa a lo Mago Cacarulo (de puro mago o de puro cu…).
Se acercó una de las mozas, nos limpió la mesa y nos informó que a esa hora (las 3 pm), sólo les quedaban tartas. Bueno, quiero una de pollo.
En 10′ ya nos habían servido. La tarta venía acompañada con una ensaladita de lechuga, tomate y zanahoria.
Nada estaba feo incomible. Sin embargo, me esperaba una tarta más de estilo casero, y para ser de pollo, tenía muy pocos trozos (debo haber contado diez pedacitos o menos). Y el tomate estaba arenoso, como si hubiese sido helado en el invernadero o similar. Fue un almuerzo bastaaaante promedio!
El cobro de lo consumido se hace directamente por caja y de la mano de un caballero muy amable y charlatan. Ésto contrasta mucho con la parquedad de la moza!
Espero en breve poder darle una probada a la pastelería y ver si repuntamos un poco.

No me convencio el lugar. Fuimos a almorzar tipo 15 hs y le quedaba solamente tartas.
Pedimos dos y en la carta figuraba que acompañaba con una guarnición de ensalada, pero nos dijieron que iva sin porque cerro cocina (entre nos que les cuesta armarnos una ensaladita rápida y todos contentos, pero bue hay bares que no les interesa la clientela)
Los precios estaban bien, el lugar muy chico.

Una parada obligatoria para adictos a las harinas (y si también te gustan los dulces, es la perdición).
El local casi que pasa desapercibido y si pasas apurado capaz ni lo ves, pero encontrarlo tiene sus recompensas. Podes darte una sobredosis de hidratos en unos pocos minutos, todo es excelente y las porciones son de muy buen tamaño. La oferta de sándwiches es muy buena y con productos muy frescos y con el pan propio que es un espectáculo, las tartas son muy buenas y dignas de ser probadas todas. Y los dulces merecen una reseña aparte… Desde las facturas hasta las masas, las masitas secas y los brownies todo (y subrayo TODO) es imperdible, todo es excelente y meritorio de darse una sobredosis.
Podes consumir en en local ya que cuenta con unas mesas y con oferta de cafeteria. Aunque al ser tan pequeño el local a veces da sensación de encierro (más que todo en las horas pico cuando se llena de gente que va a comprar)

El lugar del momento. Bueno, para mí al menos… los productos de panificación son de lo mejor: variedad de facturas, medialunas, bizcochuelos como el de limón y mandarina, locura.
No perderse especialidades navideñas, ok, el clima no acompaña pero poné el aire al palo y disfruta de pan dulce y budines, tradicionales y de chocolate y frutos secos.
También ofrecen menú, a precio razonable. Probamos tartas y buenisimas, nos quedamos con ganas de las pizzas que tenían toda la pinta pero ya habíamos pedido :(
La decoración y estilo del lugar me encantan. Tiene un patiecito ideal para fumadores, o para los que como yo prefieren airecito fresco. La única contra es que es algo chico y las mesas están algo muy pegadas pero si te gusta el del lado se convierte en un pro ;)

Bitácora del caminante y el té de las cinco
Si hay algo que disfruto mucho son las visitas de mi madre, con ella desde que me mude a la ciudad de Córdoba nos vemos muy pocas veces al año, tenemos un vínculo sagrado desde que soy niño y es el té de la cinco, así que cada vez que viene de visitas tenemos una cita impostergable a esa hora, ella es muy coqueta y adora los lugares románticos y con estilos muy marcados, es por eso que en uno de los recorridos que hacemos para pasear cada vez que viene descubrimos este lugar muy tranquilo y armonioso, donde están provistos de exquisiteces en masas, sándwiches y por sobre todo lo que a mí más me gusta los té saborizados e importados que allí tiene, según dicen los almuerzos son muy buenos y suculentos también pero nunca fui en otro horario que no sea el de la merienda, la atención es muy destacable y la tranquilidad del lugar mucho más, haciendo este lugar desde mi punto de vista, excelente para tomar la merienda!

Panes i mas, un lugar que tiene una paz que no se puede explicar, no sé qué es, no sé si es la energía del lugar, no sé si es como está ambientado, la atención o qué, pero estar ahí es como desconectarse del mundo, donde podes estar tranquilo, sin tanto bochinche, bien distraído de la realidad. Un lugar raro, con todas las letras, no sé si es un lugar para disfrutar, me parece más bien un lugar diferente, en el que vas como bicho raro y te sentas, te pedís un café y… naa no pasa nada, pero es como raro, es cuestión de ir y probar. Por otra parte, la calidad de lo que ofrecen es bastante buena, no es la mejor pero bueno… Safa. Los precios son accesibles, no son baratos, ni tampoco caros, lo justo y necesario. De todas maneras este es un lugar como para ir e inspeccionar, vas a ver que es un ambiente raro, no es que te sientas incomodo pero como que no es normal, se siente diferente. La atención es buena, va con la onda del lugar, no es la mejor, pero tampoco te tratan mal, digamos que están ahí porque tienen que estar.

Panes i Mas es el bar rococó de la zona de tribunales. Más que un café para abogados parece una invitación directa a las señoras para jugar a la canasta y tomar el té. Con parsimoniosas sillas blancas y mesas ornamentadas en la entrada no te inspira a hacer maldades: sentís que en cualquier momento puede aparecer tu abuela a retarte. igual su presencia no siempre intimida, a veces están y otras no.
Ya en el interior del local, la cosa… la cosa no cambia. Seguimos con el mismo estilo, con música mental de Vivaldi aunque en realidad suene cualquier otra cosa que no tiene nada que ver con la onda del lugar.
Por todas estas características, es común ver en el local a muchas abogadas, de todas las edades por cierto, compartiendo masitas con sus colegas y clientas. Dato importante: en sí es una panadería, por eso las masitas, los pancitos dulces y todo lo que te ensancha pero te hace feliz.
No sé, personalmente el lugar no me inspira pero es cuestión de gustos. Creo que a mi vieja, a mis tías y a mi hermana más grande le encantaría sentarse en Panes i Mas con sus amigas.
A mi socio y demás seres masculinos, sé que si logro arrastrarlos hasta ahí, me asesinan. Igual, vale señalar que son muchos los hombres que van.