Panadería El Roble

Panadería El Roble, una panadería que bastante simple para mi gusto, la verdad, no tiene nada que la haga destacar, los criollos que venden son de los típicos criollitos de grasa, esos bien pesaditos, las facturas son ricas, no las mejores que he probado pero bueno… Se dejan comer. Además ofrecen un par de productos más, no muchos, productos de panadería obviamente, como ser pasta frola o palmeritas. No tienen mucha variedad ni mucha cantidad, se ve que hacen una sola vez en el día y nada más, se vende lo que hay solamente. La atención es buena, por lo menos eso si tienen a favor, le ponen toda la onda y a pesar de que si vas tarde lo único que vas a escuchar es «recién se acaban» el personal le pone toda la onda, te hacen sentir bien. Los precios no son los mejores, ni caro ni barato, por eso mismo digo, nada que la haga destacar, tal vez te saca del apuro si andas por ahí cerca, eso sí tienen lo que andas buscando, sino pasa a ser una panadería más y nada más. La calidad de lo que venden es bastante buena, son bastante ricos los criollitos y las facturas, el tema es que consigas.

Sin dudas un lugar recomendable que no te va a dejar mal parado ante visitas inesperadas a la hora del mate.
La panadería El Roble es una de las más conocidas de la avenida Donato Alvarez. Se encuentra en la esquina de Queinco y es visitada diariamente por todos los vecinos de la zona.
En El Roble venden productos de panadería muy ricos, las media luna son esponjosas y no pesadas, a diferencia de los criollos, que a pesar de ser muy sabrosos y adictivos, son bastante pesados porque tienen mucha grasa.
La oferta de masas en venta es bastante escueta. Más allá del clásico merengue, la mini factura, la pasta frola, las palmeritas, los cañoncitos y otras más, no pasa. Es la clásica panadería con cosas para el desayuno y la merienda. Muchas veces no tienen mucha cantidad de lo que ofrecen al acabarse muy rápido, pero no reponen.
Este lugar hace tortas estilo industrial y postres de merengue para ocasiones especiales como el día de la madre, pero no para fiestas y cumpleaños grandes.
El lugar está enrejado, para seguridad de los empleados, que a pesar de ello, atienden muy bien al público.