Fernet Club

Como frecuente visitante de barrio General Paz, Fernet Club siempre pareció una opción atractiva para sentarse a comer y tomar algo. Así lo hice muchas veces, hiciera frío o calor. Pero cómo será que nos ciega la costumbre, que recién en las últimas tres o cuatro visitas me di cuenta de lo que ya no podía negar.
El lugar gusta mucho, sobre todo el patiecito con las parras colgando sobre las mesas, la atención que está bien, tomar una cerveza fría en esos chopps recién sacados del congelador. Pero la comida… ¡Ay, la comida!
Es conocido que la pizza en Córdoba no es de las mejores; bueno, Fernet Club no es la excepción. En las últimas visitas, la pizza llegó tibia en una tabla, y con la masa más bien blanda. Las fajitas para dos son una miseria, y les juro que yo no como mucho: vienen dos tortillas pequeñas por persona, una bandejita de insulsos trozos de carne o pollo mezclados con contadas tiras de cebolla y pimiento. Para acompañar, una salsa roja para nada picante que se parece al ketchup y una mayonesa aparentemente casera pero también desabrida.
Absolutamente decidida a evitar caer otra vez en la trampa de la carta de comidas, en mi última visita cambié de plan: si el lugar tiene nombre de bebida y proporcionan una carta de tragos, por qué no probar lo que seguramente será su punto fuerte y amigarme con el lugar. Pedimos con una amiga dos daiquiris: uno de ananá y otro de frutilla. Nos llegó lo que parecían dos enormes granitas heladas de jugo en polvo. Color artificial, sabor plástico. Nada de la fruta fresca que pensamos que llegaría. No valen el precio en absoluto.
En conclusión, Fernet Club le debe muchísimo al ambiente que proporciona. Es lindo para tomar una cerveza, quizás para tomar fernet, pero no para sentarte a comer algo rico y que valga el dinero que se paga. Hay muchísimo por mejorar.

Lindo lugar para tomar un fernet en una noche de verano en el patio. Lástima que la comida mala y no aceptan todas las tarjetas. La atención tampoco es de lo mejor. Pero podés pedir una botella de fernet y si no la terminas te la guardan en un locker hasta la próxima.

Fui a este lugar en ocasión de un after organizado por una compañia de ingles.
Tan solo llegar, me encuentro con un lindo local, bien decorado con algunos detalles de Italia, muchas botellas de fernet y hasta una ilustración de una Vespa.
La noche empezaba bien, el after se desarrollo con total normalidad, y una vez que termino el evento decidimos mudarnos al patiecito interno del Club para continuar con unas pizzas, y obviamente algunos Fernet Con Coca… y si hablamos de fernet hablamos de Branca, SOLAMENTE.
La cosa desmejoró bastante cuando empezamos a pedir, y la mesa pasó a ser de unas 12 personas. El bar no estaba lleno, por lo que la falta de atención y la poca cordialidad con la que nos trataron estuvo totalmente injustificada.
Una lastima para un lugar que pintaba para ser muy bueno, pero es la prueba más fiel de que una mala atención no es compensada ni con un lugar tan bien decorado.
En cuanto a las pizzas… zafaban, se podían comer, es un lugar para ir a tomar fernet y no mucho más.
Como punto a favor, tienen el sistema de guarda de botellas si no la terminaste, para que la puedas continuar la próxima.

Para mi sorpresa el lugar está mejor de lo que esperaba.
Desde un primer momento noté una atención cálida aunque algo tímida.
El bar está ubicado en una hermosa casona vieja, por lo cual el lugar se divide en ambientes, y también tiene un patio modesto pero bonito.
El fernet no es lo mío, de hecho no me gusta *le tiran con de todo* pero hay una linda variedad de cervezas, aunque sólo tenían dos líneas.
La contraseña del WiFi es fernetclubcba y anda a mil.
Los precios son de un rango medio a alto tal vez, pero bastante bien para mi gusto ese aspecto del lugar.
Abren los martes lo cual me encanta

Nose si ya lo dije antes pero amo Barrio Gral Paz, así que a veces me gusta salir a comer o tomar algo por este barrio aunque yo viva en la otra puntaa, digamos que lo estoy cortejando hasta que pueda mudarme algún día.
Había pasado miles de veces por la puerta de Fernet Club y me había llamado la atención la decoración que se puede pispear desde afuera (muchas botellas, onda: muchas) Así que un día decidí darle una oportunidad.
Pedimos una tabla para dos, una cerveza, unas papas fritas con huevo, panceta y cebollita. Cuando iba a pedir también una porción de rabas la moza me miro sonriendo y me dijo; mira que eso ya es un montón eh. Como soy flaca estoy acostumbrada a que la gente que no me conoce me diga ‘toooodo eso vas a comer?’ así que le explique que era una persona de «buen comer», insistió igualmente, así que le hice caso con algo de recelo y no pedí las rabas.
El mejor consejo que me pudo haber dado. La tabla tenía muy buena variedad de fiambres (adjunto foto) pancitos, salchichas, milanesas, papas fritas y aceitunas. La porción de papas que habíamos pedido con huevo y panceta era super grande. No pudimos terminar de comer todo y estaba muy, muy rico.
La cerveza fría. El precio excelente, entre dos no llegamos a gastar ni 150 pesos cada una. La atención buena, le pedí sal y trajo enseguida. El lugar lindo, ese día hacia calor nos sentamos afuera, había mucha gente pero se podía hablar bien y con una música linda de fondo.
Ya se a donde volver cuando tenga ganas de una buena tabla, o porque no? Probar algo nuevo.

El lugar es lo que uno puede recordar de haber ido a la casa de alguna tía abuela, ese piso de ajedrez, piola, con mucho espacio en el patio (eras chico todo te parecía grande) y en pleno barrio General Paz
En este caso, el club de frente tiene ese no se que pero que parece que debería haber estado ahí por siempre.
El lugar no es muy grande pero tiene un condimento muy requerido como este pago que es el Fernet y no cualquier marca junto a la bebida gaseosa que debe ser.
Cualquier otra combinación es sacrílega, errónea y digna de la hoguera.
El Fernet es Branca y con Coca.
No otra marca, no con Pepsi nada de eso.
Lo diferente de este lugar es que te guardan la botella, tenes un carnet de socio, y la verdad es que si hubiera varias franquicias repartidas en la ciudad serían un éxito.

Un lugar muy tranquilo, lindo para ir cualquier noche a tomar algo sin mucha preparación. Tiene algunas cositas particulares como para destacar.
Arranco por lo que más me llamo la atención: ¡te guardan el fernet! Podes pedir la botella grande de fernet con una coca de vidrio lo cual ya es hermoso por que te lo podes hacer vos con las medidas que te gusten. Pero además te ofrecen guardarte lo que te sobra de fernet en un estante con un montón de otras botellas con distintos nombres. Genial.
Como dije el lugar es bastante tranquilo, tiene pinta de casa antigua y es grande, hay distintas habitaciones con mesas amoldables según la cantidad del grupito que vaya. La atención es buena, no te hacen esperar mucho y los precios son bastante accesibles. Hay mucha variedad de pizzas, la especialidad de la casa. Tiene un patiecito interno que está muy bueno para las noches de calor. La música por lo general varía pero siempre en torno al rock, nada raro.
Recomiendo el lugar más que nada por su informalidad y sencillez, para una noche cualquiera que tengas ganas de salir a dar una vuelta sin muchas vueltas está muy bien.

No hay absolutamente nada más cercano al corazón de un cordobés y a su más profunda cordobesitud que el Fernet Branca con Coca Cola. Te puede gustar el cuarteto o podés odiarlo, podés ser simpatizante de Talleres, de Belgrano, de Instituto o de Racing, del FrePaSo o de la UCD (?), la Pizza o las empanadas, pero si hay algo en lo que todos podemos estar de acuerdo y bancarlo espalda contra espalda y a las piñas, es en el fernet con coca.
Partiendo de esta premisa, el Fernet Club, ya desde los papeles, tenía todas las posibilidades de triunfar. El sistema de guarda de botellas ya existía en un par de bares pero acá se enchuló todavía más y el detalle de la credencial de socio del club del fernet es hermoso.
Si a todo ésto le sumamos que el lugar es muy lindo y con un aura muy tranca que propicia todavía más la toma de fernet, que tiene una carta que excede bastante al fernet en cuanto a la coctelería, que la gastronomía acompaña muy dignamente y que la atención es amable, atenta y servicial, el lugar se gana cada una de las 4 estrellas.
Conseguir estacionamiento no es difícil, así que si faltaba algún extra para terminar de convencerte de conocer el Fernet Club, ahi tenés.

Fernet Club, no se necesita explicar mucho de que va este lugar, el nombre ya lo dice todo y así como lo dice todo, también nos dice cuál es la especialidad de la casa, porque si uno nombra «Fernet» lo primero que se viene a la mente es el Fernandito de 5 pesos… Estem… No, perdón, digo lo primero que se nos viene a la mente es el Fernet Branca, sí señor, no existe otro. Además del clásico fernet, esta casa club nos ofrece una carta bastante extensa de bebidas que podemos degustar y acompañar con una buena picada o unas buenas fajitas dentro de otras varias opciones. El ambiente es bastante particular, es muy cómodo, tranquilo, lindo para disfrutar de una buena noche, cuenta con una terraza en la cual podemos disfrutar de un buen fernecito al aire libre, es un lugar especial para visitar con amigos y tener una buena charla ya que la música está en un nivel moderado. En cuanto a la atención, es excepcional, desde que ingresamos al lugar hasta que nos retiramos nos sentimos bárbaro, el personal siempre pendiente de nosotros, a cada momento. Un dato muy particular, si nos hacemos socios, nos guardan la bebida que nos sobre (si es que sobra) para nuestra próxima visita al lugar.

Este es uno de mis bares preferidos en barrio General Paz. Lo conocí hace mucho por recomendación de unos amigos ferneteros.
Es una casona antigua muy linda ambientada. Apenas uno ingresa se nota una calidez y tranquilidad especialmente pensada para disfrutar el momento. Tiene un patio que mira a la calle (hermoso) y una terraza en donde ubicarse cuando las noches comienzan a ser más cálidas (para mí, los mejores sitios).
Su principal protagonista es el «Fernet Branca» y ofrecen guardarte en el local lo que te quedó de la botella que compraste para que cuando regreses otra vez tengas disponible la misma. Te la conservan etiquetada y te dan un carnet de socio. En el lugar se pueden ver las vitrinas llenas de botellas (montón!).
Ofrecen otros tragos interesantes y muy ricos. Hay mucha variedad y si hay alternativas que aún no has probado, este bar es el lugar para darte el gusto.
También hay distintas propuestas para comer como picadas, rabas (ricas!), empanadas, lomitos y fajitas.
Es ideal para ir solo, con amigos y en pareja ya que tenés todo: tragos, comida, música y ambiente. Además la atención es muy buena y amable.