Feria Franca Barrio Los Naranjos

Como diríà la men*mista favorita de todos, Lita de Lázzari «Camine, señora, camine». Siguiendo esa máxima, vale la pena trasladarse hasta la feria franca en búsqueda de frutas y verduras a precio de ocasión. Las ferias francas son, además, una institución de la ciudad, un resabio de los tiempos en los que la ciudad era un pueblo. Han estado bajo mucha presión de la actual gestión municipal, pero siguen resistiendo.
Suele haber una por barrio, un día a la semana al menos y los jueves toca en Barrio Los Naranjos. Desde temprano los vendedores montan sus puestos esperando la incesante marcha de clientes que los recorren de punta a punta en busca de los mejores precios. Regatear no sólo está mal visto, sino que casi se espera que uno lo haga.
En la feria de Los Naranjos predominan los puestos de frutas y verdura, pero hay dos carros de churros y dos de pescadería, además de uno que vende tutucas, almohaditas, aceitunas, tostadas de gluten y vaya a saber uno qué mas. Eso si, las medidas de higiene y limpieza no son ISO 9000 y el vendedor que usa guantes es una rareza. Sin embargo no conozco a nadie que se haya intoxicado por comprar verduras en la feria y si en lugares presuntamente más cuidados, así que no es garantía de nada.
Como siempre, vale la pena dar una vuelta y mirar por uno mismo.

Santa feria
Si hay algo que me gusta de la ciudad de Córdoba son sus ferias.
Sobretodo aquellas que tienen años de vida, como es la Feria del Barrio Los Naranjos.
No fui muchas veces, ya que tengo otras ferias más cerca, pero cuando fui la pasé muy bien. Acá la gente se encuentra relajada, con buena onda y distendida.
Como en todas las ferias, acá se encuentra todo tipo de mercadería: ajo, ají, cebolla, repollo, tomate, pimientos, naranja, mandarina, manzana, frutillas, y todos los productos de temporada.
Me encanta poder ir a elegir las frutas, verduras, huevos, carne, pollo –y todos los alimentos que necesite, personalmente.
Acá los puestos rebalsan de productos. Los empleados son gente apasionada en este rubro. Son simpáticos y si vas seguido y te haces amigos, te hacen promociones.
Lo mejor es venir temprano porque sino, a eso de las 12h la feria se llena y tenes que hacer mucha cola. Aunque, hacer cola es este espacio no es tan malo, ya que con tanto colorido y vida social es imposible aburrirse.

Tengo los mejores recuerdos de esta feria. Siempre iba desde chiquita con mi mama o mi abuela y todavia sigue existiendo!
Cuando era chica lo que más me gustaba de acompañar a mi mama a la feria era que cuando terminaba de comprar, me compraba churros por haberla acompañado y eran deliciosos! Actualmente mi abuela sigue yendo cada jueves rigurosamente a la feria y siempre tiene en su casa las mejores frutas que podés probar.
Cada jueves bien tempranito empiezan a venir todos los puestos y a descargar los cajones de frutas y verduras en muchísimo mejor estado y mucho más baratas que en cualquier otro lugar que puedas ir a comprar. Se ubican frente a la plaza de los naranjos que es una de las más grandes y conocida de la zona. Siempre solíamos ir con un changuito para poder cargar las frutas y verduras en grandes cantidades y no cansarnos tanto a la vuelta.
La feria es pura y exclusivamente de frutas y verduras pero creo que todavía sigue estando el camioncito que vende churros. Siempre es bueno tener un lugar así cerca para poder abastecerse de comida saludable y en buen estado. Lo recomiendo!

la semana pasada fui de visita a la casa de mi abuela, que vive en el Barrio de Las Naranjos. llegué temprano a la mañana y nos dispusimos a desayunar, tomamos unos mates con unas galletitas y tuvimos una linda charla de cómo estaba siendo mi experiencia de vivir sola y sobretodo tan lejos del resto de la familia.
cerca de las once de la mañana me pidió que la acompañara a hacer las compras; yo me imaginé que quería ir al supermercado o de negocio en negocio, que se yo a la verdulería, a la carnicería y al almacén; pero enorme fue mi sorpresa cuando doblamos en una calle y me encontré con una enorme feria; llena de puestos con carritos, manteles, colores, aromas y sabores.
mi abuela me contaba que hace años compra en esa feria que todos los productos alimenticios que toda mi vida comí en su casa los compraba ahí; como puede ser que recién de grande la acompañe a conocer ese lugar tan bueno?
hay de todo. compramos en un puesto exclusivo de frutas unas manzana que se veían bien rojas y que cuando las comí, simplemente me sentí como Blanca nieves cayendo en un sueño profundo, pero por el sabor tan delicioso; también compramos frutillas que aunque ya no es la época, la señora nos las recomendó para hacer la famosa tarta de frutillas de mi abuela. Compramos bananas, y duraznos, aunque todavía estaban un poquito verdes.
Después fuimos a otro puesto y compramos todo tipo de verduras, lo que podíamos cargar en nuestras ecobolsas.
Además vi que hay un señor que tiene un chango lleno de pescado, que según me dijo mi abuela en otra oportunidad compró un par de filetes y realmente son muy frescos.
si te gustan las verduras y las frutas frescas, te recomiendo esta feria.

Tener esta feria cerca realmente es un lujo.
Todos los jueves por la mañana, muchos puestos ambulantes se instalan sobre la calle Gómez Carrillo para ofrecer sus productos. Acá podes encontrar de todo, desde una señora que pone una mantita en el piso y la llena de ajos y pimientos para ofrecer, hasta un carrito con pescados súper frescos para llevarte! De todas maneras lo que predominan son las frutas y las verduras. Puestos repetidos una y otra vez ofreciendo manzanas, peras, bananas, brócoli, zanahoria, cebolla, repollo, imposible escribir toda la variedad que se puede conseguir.
Es de destacar que los productos que encontras acá son de una excelente calidad. Son muy frescos y el sabor es exquisito, muy distinto a lo que podes conseguir en la heladera de un supermercado.
Es difícil ir a esta feria y no tentarse con algo: nunca falta el carrito de churros, hechos en el momento, rellenos o no, siempre exquisitos.
Voy a esta feria desde que tengo uso de razón. Un buen tip es ir justo en el horario en que ya están cerrando todo (13 horas aproximadamente) y se quieren llevar la menor cantidad posible de frutas o verdura, en ese momento te hacen ofertas como un cajón de verduras por el precio de lo que cuesta 1 kilo de esa verdura.