El Balcón

¿Se acuerdan de esa publicidad de Heineken en la que había un grupo de chicas que abrían una puerta y se encontraban un ropero lleno de cosas divinas? Eso me pasa con El Balcón, quiero abrir una puerta de mi habitación y que me teletransporte adentro. Un Narnia personal.
Cuando era chiquita siempre solía pasar por perfumerías grandes y lo que más admiraba era el orden impoluto que había en los locales; repisas altísimas llenas de frascos perfectamente organizados, pisos pulidos brillantes, stands de maquillajes de todos los colores y un batallón de vendedoras que te perfumaban de pies a cabeza, pasando por una variedad súper amplia de fragancias. Ya de más grande, entraba a ver con intenciones de pedir un perfume como regalo de cumpleaños o para regalarle a alguien. Mi primer perfume me lo compré en una de estas sucursales y todavía lo recuerdo con cariño. La verdad que el precio de los perfumes esta altísimo y en lugares como este quizás se nota un poquito más, pero siendo mujer es casi una visita obligada en un tiempito de compras. En el caso particular de este local, lo elijo aunque tenga otros más cercanos, las vendedoras son muy amables y te asesoran dentro del rango de precios que buscas, cosa muy extraña de encontrar en estos días, y que por supuesto se valora.

Hace unos meses participé del sorteo de una fragancia de Dior (tamaño grande) que el Balcón lanzó en la página web que tienen en una red social.
Tenías que compartir la foto y poner los últimos números de tu DNI. Lo hice, y al final del día contactaron con migo para decirme que podía ir a retirar el perfume que me había ganado a cualquiera de sus sucursales.
Unos días despues fui a esta, la de la calle 9 de Julio. Fui con mi DNi y listo, me entregaron el perfume Un riquísimo, Hypntic Poinson.
Doy fe que los sorteos son verdaderos, no tengo nada que ver con nadie del lugar, y gané.
El local es un referente de los perfumes más ricos que hay en el mercado. Constantemente actualizan su stock y tiene los últimos lanzamientos de las marcas más conocidas.
Además de perfumes, tiene una buena variedad de maquillajes de grandes marcas, y una chica que te asesora y no tiene problema de que te pruebes algunos maquillajes.
Los perfumes tambien tiene varios probadores, para ver que tal queda en tu piel un aroma determinada.
La atención de las chicas fue buenísima, aunque sabían que no iba a comprar, fueron muy agradables y atentas.

El Balcón es un local dedicado a la venta de perfumes y productos de estética corporal de primeras marcas. Al pasar por allí, como suele suceder con ese tipo de comercios, puede sentirse en el aire una diversidad de fragancias deliciosas y entremezcladas, que invitan a entrar a investigar.
Esta sucursal del Balcón queda sobre la Peatonal 9 de Julio, una de las más coquetas de la ciudad. A través de sus vidrieras es posible conocer los productos publicitados de la temporada y enterarse si hay algún descuento o promoción interesante. También es típico que haya promotoras paradas en la puerta del local, listas para entregarte un papelito impregnado de la fragancia de turno.
Al igual que en otras perfumerías «exclusivas», el costo de los productos allí no es nada económico. Sin embargo, o tal vez por ello mismo, se aceptan una gran cantidad de tarjetas de crédito, al igual que el pago con débito.
Si andás buscando hacer un regalo poco económico y bastante memorable (si a la persona agasajada le gustan las fragancias), pasar por allí es una buena opción. Entre los muchos estantes del local podés encontrar marcas como Dior, Carolina Herrera, Versace y otras, tan glamorosas como caras. Si pagás con tarjeta y tenés un poco de suerte, tal vez te veas beneficiado con algún descuento.

«Parfum Et Beaute» ni lo se pronunciar ¡¡pero se ve tan lindo! Igual que el local de El Balcón. La última vez que fui me compré un perfume Dior que todavía lo tengo (un año y medio).
El lugar es una de las sedes más chicas de El Balcón, pero no pierde su encanto por eso. Cuenta con una isla al medio, donde está la caja y se realizan los pagos (efectivo o tarjeta). Tienen muchas opciones de pago y descuentos dependiendo de la tarjeta.
Los perfumes se encuentran en las estanterías, pegados a las paredes: tres lados del local llenos de botellas con los aromas más ricos, a disposición tuya para el deleite del olfato. Como toda buena perfumería, no faltan los frascos de café para cortar el dulzor.
A diferencia de otras sedes que conozco, la atención es excelente: en contraste con el servicio prestado en El Balcón de Vélez Sársfield, son muy atentas, serviciales, no tienen problema en mostrarte 10 perfumes distintos y asesorarte si no conocés tus preferencias o si deseás hacer un regalo. Claro, es una apreciación mía, no intento juzgar, pero siempre volveré al mismo lugar.
Es el lugar perfecto para hacer un regalo: desde fragancias hasta maquillaje de las mejores marcas y todos los precios (de la gama media-​alta alta).

El Balcón es un lugar que sólo frecuento cuando quiero hacerle un muy lindo regalo inesperado a mamá o a papá porque se les acabó alguno de sus perfumes favoritos o cuando me quiero hacer un autoregalo.
A diferencia de otras tiendas similares, acá es seguro que voy a encontrar perfumes clásicos que son los que usan mis viejos, y no solamente los perfumes nuevos que van saliendo al mercado. Yo también uso un par de clásicos que cada vez se ven menos por los problemas con las importaciones que sufrimos, pero en algún Balcón siempre los encuentro.
En esta tienda particular siempre me doy una vuelta porque también hago mucho uso de esmaltes de uñas y otros productos de maquillajes. A pesar de todo siempre puedo encontrar los últimos tonos de Revlon, de Sally Hansen, L’oreal y hace muy poco OPI.
Si sos cliente frecuente te ingresan a una base de datos con la cual después te contactan para invitarte a eventos exclusivos que hacen; para presentar nuevos productos o perfumes donde casi siempre te llevas regalos más muestras gratis, o algún curso de maquillaje y cuidado de piel.