Paso siempre por esta cuadra, hace años, es un lugar muy transitado ubicado en el barrio de Villa Cabrera; está casi al lado de una clínica muy importante de la ciudad y en frente de un parada de colectivos donde deben pasar no menos de 10 líneas de colectivos, diferenciales, urbanos, etc. Y también está a pocas cuadras del shopping de Villa Cabrera. Este barcito es cada vez más y más concurrido, está ambientado con muy buen gusto. A la mañana temprano se puede ver muchos hombres leyendo el diario disfrutando de un buen café e incluso noté que muchos también comenzaron a utilizar este lugar como«oficina» y citan a los clientes para charlar de negocios. Le hacía falta a esta avenida un lugar así, ya que no hay otro parecido en esas cuadras. También tiene la opción para almorzar o cenar. De noche está muy bien iluminado y ahora que están los días lindos cuesta pasar y no tener ganar de sentarse a tomar algo. Es muy tentador! Además vale aclarar que tiene muy buena atención y los precios son acordes a los bolsillos de fin de mes, muy accesibles! Siempre tiene buenas promociones, hay que tenerlo en cuenta!
Maria Eugenia G.
Classificação do local: 3 Córdoba, Argentina
Este bar está ubicado en una esquina bastante importante de Villa Cabrera. He perdido la cuenta de la cantidad de negocios, sobre todo bares, que han pasado por aquí. Ninguno funcionaba bien. Hasta que llegó Dominici. El local es tan grande, que resulta difícil darle un toque cálido. Dicroicas en el techo, mesas y sillas de madera y una barra de ladrillo visto no ayudan mucho. Ni hablar del frente. El cartel quedó despedazado luego de una fuerte tormenta y no lo arreglaron nunca más. Dominici ofrece menúes ejecutivos a muy buen precio. También lanza promociones de manera permanente y se pueden hacer reservas para eventos especiales. Una novedad: cena tango show. Hace por lo menos dos meses, me senté con mi ex a tomar un café. La tentación fue más fuerte y me pedí un capuchino. Estaba muy bueno. El miserable de mi compañero solo pidió una gaseosa. Entre peleas y llantos(siempre fuimos muy patéticos y dramáticos), nos levantamos repentinamente y salimos con paso firme. Al otro día, me llama mi ex: «Che, nos olvidamos de pagar ayer». Uh, casi me muero. De vergüenza obvio. Allá fue él y saldó la cuenta. ¡Qué habrán pensado! ¿Que hicimos todo el show para no pagar un capuchino y una gaseosa? Después de eso, nunca más volví. Ni al bar, ni con mi ex.