Te Mataré Ramirez

Voy a tratar de comentar lo más objetiva posible.
Fui por un aniversario, una sorpresa. Nunca supe de este lugar antes de ir.
No soy una persona de comer un mini pedazo de carne y pagarlo 300 $ el plato ni porque el lugar ofrezca el mejor servicio del mundo. Si la expectativa con la comida difiere MUCHO de lo que pensás al ver los precios, es un lugar al que no existe razón por la cual volver.
Básicamente te obligan a consumir $ 250 pesos por persona mínimo (cuando fui el año pasado), por lo cual no es muy dificil llegar a ese monto teniendo en cuenta que es CARÍSIMO, pero como era mi aniversario traté de pensar en pasarla bien por lo que pedí un Apple Martini para empezar, una entrada, un plato principal y el postre.
El trago teniendo una buena barra no me gustó, diría que fue pésimo. La entrada era un estilo de tabla de fiambres pero todos feos, mucho aceite de oliva, mucho vinagre… poco queso para acompañar…
El plato principal fue como dije antes, un mini pedazo de bife con mini papas (sin pelar) remojadas al oporto… –10.
Y en cuanto al postre pedí un clásico volcán de chocolate con helado (lo único que disfruté) que venía decorado con pétalos de flores reales…
Eso sí, me senté en una mesa que tenia un sillón con muchos almohadones muy cómodos. Vi un show de sado masoquismo con dos bailarines y una bailarina que mezclaba magia con desnudarse… LEYERON BIEN.
No volvería.

Uma ótima opção de jantar + show que foge da tradicional parrilla com espetáculo de tango — nada contra nenhum dos dois, bom dizer. O nome do local seria a frase mais ouvida por Ramírez, um don juan amigo do proprietário, que foi por muitas vezes flagrado por maridos ciumentos. Daí veio o tema romântico-​erótico presente em absolutamente tudo no restaurante, da decoração aos pratos.
De uns anos para cá, o sucesso tornou quase impossível conseguir uma mesa sem reserva. No começo os shows aconteciam apenas no andar térreo, mas atualmente as apresentações acontecem nos dois pisos em diferentes horários. Detalhe importante: mesmo fazendo reserva, o preenchimento das mesas é por ordem de chegada. Então se você não chegar com uma meia hora de antecedência, corre o risco de sentar no outro salão e assistir ao show depois. Não chega a ser problema porque a comida é ótima, e é um lugar agradável de se ficar. Mais importante que uma fazer reserva é verificar no site qual show tem no dia que você quer ir. Fantoches podem ter sua graça, mas uma stripper ilusionista burlesca tem muito mais…
A comida é 100% fusion, ingredientes e temperos do mundo todo se combinam mais de olho no pecado da gula do que em regras culinárias. Seu prato pode demorar um pouco mas vai chegar muito bem executado e montado. É quase caro mas vale a pena, sem dúvida. Um ótimo começo de noite no Palermo Soho. Infalível para conquistar, mimar e surpreender o seu par.

Te Mataré Ramirez es, en primer lugar, diferente (muy!) y en segundo lugar, divertidisimo!
Es sin duda un lugar para in pareja, con ganas de divertirse y hacer algo diferente.
No te lo recomiendo si sos pudoroso o, si sos tacaño! este es no es el lugar para vos.
Los platos son caros, no hay otra forma de describirlo. Pero, todo es muy muy rico y está muy bien presentado.
La atención es muy cordial, amena y respetuosa. una de las cosas que más me «preocupaba» de venir a este lugar era encontrarme con mozos semi-​desnudos, onda Hooters y nada que ver. Eso viene después, en el show.
Hay algunas otras cosas para hacer en Te Mataré: si te interesa, podes ir a ver algunos cortos eróticos o tomar clases de strip-​tease.
Ah! también, si «sos solo», ellos arman «cócteles de encuentros». Es solo cuestión de animarse.
Divertido!

Fui a Te mataré… a celebrar un aniversario con mi novio. Muy divertido todo: la decoración, el menú, el show.
Tienes que ir de entrada sabiendo que es un lugar caro y que vas a gastar mucho dinero. Una vez que te preparas para esto, solo vas y disfrutas.
Pedimos entrada, plato principal, compartimos el postre y bebimos vino.
La entrada tenía salmón, una delicia. De plato principal yo pedí el corderito y mi novio pidió cerdo. Pedimos el postre que venía con helado y una especie de crumble, muy bueno. El menú cambió un poquito desde que fui, así que no están más los mismos platos, pero hay algunos similares.
Me gustó la atención, la mesera fue muy cordial y todos nos trataron muy bien, desde que llegamos hasta que nos fuimos.
El ambiente en general es un poco raro, hay una mezcla de parejas de hombres mayores y mujeres más jóvenes y otras parejas de gente joven que claramente está allí para ver qué onda (como fue mi caso) y de paso para celebrar una linda ocasión.
El lugar se llena, así que hay que hacer reserva. En cuanto a lo «afrodisíaco», la verdad es que no notamos que nos haya generado alguna sensación extra o diferente. Sin dudas es una cuestión de nombre y nada más.

Éste patea el tablero de lo tradicional y todo lo visto hasta ahora. De todas las propuestas creativas que prometen ser distintas, es el único en la ciudad que de verdad puede auto-​proclamarse «diferente» en el sentido estricto de la palabra.
Es un restaurante afrodisíaco, los platos que componen el menú tienen nombres que hacen referencia a prácticas o fantasías sexuales con palabras bien explícitas, que pueden generar el cachondeo o la risa. Por ejemplo, «Su sexo orgulloso se inflama y enardece» es bondiola de cerdo con salsa de oporto, puré de bata, chutney y cebollines. No sé si elevó mi apetito sexual pero estaba buenísimo. El esmero no queda en los nombres nada más, son platos bien elaborados. Hay un menú para cada opción: risotto, pescado, pasta, pollo y carne roja con distintos acompañamientos. La carta de tragos es igual de original para dar título y sabor. Me pedí un trago que tenía champagne, frutos rojos naturales y jugo de pomelo. Excelente.
La ambientación completa da la sensación de que estás en un universo paralelo donde la lujuria es la fuerza de gravedad. Oscila entre lo cabaretero y un palacio de orgías. Rojo infierno en las paredes y las luces, arañas doradas, cortinas de terciopelo. Para completar, el elemento tan esperado: un show erótico en vivo mientras comés. La idea es sorprender desde el primer momento. Tres mujeres y un hombre que pueden aparecer en cualquier momento de la cena en cualquier lugar del salón para dar comienzo a diferentes escenas del show, que a medida que avanza, va redoblando la apuesta hasta lograr el shock total del comensal, y seguro, algunas reacciones físicas también.
Precios: caro, no hay vuelta que darle. Pero es parte de lo exótico que se quiere lograr. También dan clases de striptease y ofrecen muestras de arte erótico.