Línea 133

Este es el colectivo que me tomo para hacer el primer tramo de mi ida al trabajo. Puedo decir que tiene dos cosas buenas nada más:
1. Para a dos cuadras de mi casa.
2. Hace su recorrido bastante rápido, teniendo en cuenta que en ningún momento agarra metrobus.
Por qué no le pongo 5? Bueno, porque todo el resto del servicio es malo. No tan malo como otras líneas, pero malo al fin.
Siempre, sin importar a la hora que te lo tomes, está hasta las manos de gente. Es casi imposible conseguir un asiento.
Los coches están viejos y deteriorados, lo cual se agrava si el bondi está lleno todo el tiempo.
Pobre de vos que se te escape porque lo vas a tener que esperar, en tu día de suerte, 20 minutos.
Aparte de tener que esperarlo mucho, por ahí te clavaste ahí 40′ y los muy mala leche no te paran porque vienen con gente hasta a upa del colectivero.
Hay que mejorar un montón, Mr. Línea 133.

Qué cosa del mal esta línea, muchachos. Por favor.
El color rojo le hace honor a su lugar de proveniencia: el mismísimo infierno.
Tiene un recorrido EXTREMADAMENTE LARGO, va desde Barracas hasta Puente Saavedra. «Ah, directo», podría decir cualquier persona normal que conozca el empalme Montes de Oca-​9 de Julio-​Santa Fe-​Cabildo. Pero NO *inserte aquí su foto del perro siberiano*
Sin repetir y sin soplar, barrios que recorre el 133: Barracas, Pompeya, Parque Patricios, Parque Chacabuco, Flores, Paternal, Villa del Parque, Agronomía, Villa Urquiza (Villurca pa’ los pibes), Belgrano, Núñez, Florida.
Tiene una frecuencia verdaderamente horrible, y el hecho de que en su recorrido cruce 2 líneas de trenes tampoco colabora, porque si te agarra sólo una de esas vías, olvidate de la puntualidad (N. de la R.: en realidad son 4, pero hay una que la cruza por el puente de Av. San Martín y otra por el de Chorroarín, entonces zafas).
Cada vez que tengo que ir a un lugar y sólo me deja bien el 133, muere un panda bebé.

A ver, a ver… admito que el 133 no es el mejor colectivo que tomé en mi vida, no, pero tiene algo especial y es que, durante un tiempo, me llevaba a la casa de mi novia y a la Facultad de Filosofía y Letras, ¿qué más se puede pedir?. Sí, algunas veces (no tantas como admiten los usuarios despechados de toda la vida), lo esperé un tiempo, pero todo no se puede. Paso a enumerar los hitos del recorrido que hacía regularmente: Hospital Pirovano, Olazábal y Triunvirato, Parque Chas, Hospital Tornú (cerca), Facultad de Agronomía, Cancha de Argentinos Juniors, Metrobus de Juan B. Justo, Avellaneda (parte infernal del recorrido), vías del Sarmiento (segunda parte infernal), Plaza Flores, Facultad de Filosofía y Letras… que siga el resto!