Le Blé

Supo ser uno de los lugares obligatorios para ir a desayunar o merendar los domingos! Hoy por hoy bajo mucho el nivel, los sándwiches no son de lo mejor y le falta ese toque único que tenia cuando era solo un barcito lindo de barrio. Recomiendo ir por el café con leche y el muffin de Banana es una delicia. Los panes y las cosas de Panaderia valen la pena.

Carbohidratos y café.
Me cuesta resistirme a este formato que pareciera básicamente el de una panadería que evolucionó en un lugar para comer.
Su fuerte, por esa raíz de panadería de la que hablo, son los desayunos y meriendas, y hay opciones muy variadas que van desde tostadas hasta huevos revueltos con salchicha, pasando por su variedad de cosas dulces. Vienen con un tazón de café con leche de lindo tamaño.
Sirven un brunch para dos personas a buen precio que está correcto.
También hay opciones sencillas para almorzar sanguches o ensaladas y no sé si no agregaron alguna cosa más.
Se puede comprar para llevar, cosa que hago bastante.
En cuanto a panes, pain au chocolat y croissant, están ok, aunque prefiero otras opciones de la zona. Los muffins de banana, los de arándanos y chocolate blanco y la carrot cake me encantan.
Tiene mesas afuera, se puede pagar con débito y en general la atención es buena.

Suelo bancar Le Ble porque «no falla». Pero últimamente creo que eso depende mucho de cada sucursal, algunas están mejor y otras peor (muchas son franquicias).
Ésta particularmente –Alvarez Thomas– creo que bajó la calidad. O justo tuvimos muy mala suerte.
No andaba la licuadora por lo que no pudimos pedir limonada, y no es la primera vez que pasa. Además, las mesas no estaban del todo limpias. Los platos se achicaros, y particularmente en bagel americano bajó el nivel, es muy más artificial y hecho así nomás de lo que solía ser.
Además, no nos atendieron bien. Mucha demora, y cuando quisimos pagar el mozo se quedo parado ahí al lado de la mesa mirándonos contar la plata. Váyase, señor!
Además, ya no hay descuento con Club La Nación :(

LAS-​TAZAS-​GIGANTES
Luego de esta expresión de amor hacie el tamaño del contenedor de café, puedo seguir con mi reseña tranquila: un lugar para pecar con el grupo de los harinosos.
Si no comés al menos un pancito con manteca acá, no te molestes en venir.
De todas formas, hay opciones saludables (que nadie jamás pediría en un lugar así).
Veni a brunchear, es lo mejor que te puede pasar.

Es un lugar muy amplio, tiene mesas grupales por lo que se puede ir en grupos grades. Es bueno para pasar un rato tranquilo y relajarse.
Sus panes son caseros, amasados y horneados por sus propios panaderos. Se elaboran de la manera más tradicional con harina, agua, levadura y sal, como únicas materias primas. No utilizan conservantes.
Sus opciones son: Croissant, Pain Au Chocolat, Danesa, Pan Campagne, Pan de Campo, Baguette, Bagel, Pan Viena, Panes Saborizados, Sablés de Queso, Grisines.
Tortas: Mousse de chocolate, Fudge con crema, Cheesecake Oreo y dulce de leche, Cheesecake con Frutos Rojos, Cheesecake Maracuyá, Lemon Pie, Chocotorta.
Muffins: Chocolate y Frutos Rojos, Banana y Almendras, Chocolatet Blanco y Frutos Rojos.
Además de Alfajores, Magdalenas, Éclair, Paris Brest.
El café con leche es recomendable por su tamaño, aunque en este caso lo sirvieron algo tibio por lo que se enfrió rápido. En el caso del té fue una decepción es más pequeñà la taza que el café con leche, y es el primer lugar que veo que no dan una tetera o jarra con agua caliente aparte, solo en la taza, resto puntos por esto.
La comida muy rica y los precios son razonables.

Me parece propicio comenzar mi reseña diciendo que soy muy fan de las tazas GIGANTES de infusión de este bello lugar. Y cuando digo GIGANTES quiero decir que tienen el tamaño de un tazón de sopa. Para acompañarlos: cupcakes, pain au chocolat, croissants y huevos revueltos son los protagonistas. Por supuesto que esto se puede pedir en menú armado o por separado.
Si de sandwiches hablamos, el bagel de salmón ahumado es mi recomendación.
Respecto al ambiente, siempre lo pensé como «un café para la tarde de domingo»: tranquilo y con ese no-​sé-​qué que lo hace sentir como de barrio. Recomendable, sobre todo para ir en familia!

Le blé no es de mis lugares preferidos, las veces que voy es debido a que alguien quiere conocerlo (siempre he ido al mismo, al de Alvarez Thomas).
Positivo: El mozo un amor, le puso mucha onda!
Negativo: Buenisimo que se pueda ver la cocina, lo malo es que esta desastroza y no es la mas aseada. Las paredes no son las más lindas del mundo.
Menú: Recomendable el croque mandame y los budines de banana!
Anecdota Random: Recuerdo la 1ra vez que fuí no me quisieron aceptar un billete de $ 100 de (Evita), recien estaban saliendo ese billete, lo que me genero una mala idea del lugar.

Excelente lugar donde encontrar cosas exquisitas, pan de todo tipo, desde dulce a salado, muffins de chocolate negro, blanco y arándanos, huevo revuelto, un lugar super recomendable para no dejar de ir.

Muy rico todo lo que es panadería y jugos.
Buen servicio y linda ubicación.
Hay enchufes por el local para conectar notebook/​celular o lo que sea.
Tiene estacionamiento para bicis y algunas mesas al aire libre.
Lo flojo son los baños, no son lindos y no están ni muy cuidados ni muy limpios.

Si están buscando el lugar con encanto francés, donde tomar grandes tazas de café con leche y comer cosas ricas, dieron en la tecla (so old fashioned!)
El lugar donde tienen una des sus primeras franquicias, solía ser un almacén de barrio de los antiguos. Si, los que aún están en los pueblos. Por eso su techo es tan alto, y la acústica del lugar, bueno… un poco mala. trataron de refaccionar el local manteniendo su impronta, y en ese intento, el lugar quedo super amplio pero un poco ruidoso para ir a trabajar o leer.
La carta se mantiene igual desde hace al menos, año y medio (voy seguido, se lo que les digo!); sin embargo, no por eso deja de ser tentadora y con precios muy razonables con la calidad del producto.
Podés brunchear, almorzar, comer una picada a la tarde o merendar/​desayunar. Para los clásicos, la porción de tostadas no defrauda: ya viene de por sí con un mix de panes caseros, y vos podés pedir que saquen o pongan algunos.
Los panes los tenes a la vista, porque podes pedir para llevarte un pan de molde o pan de campo. Las tostadas vienen en 3 porciones generosas: regordetas, crocantes, tibias y con mucho sabor a pan. nada de conservantes y esas cosas.
Vienen acompañadas de queso blanco y una mermelada de frutillas concentrada, rica y untuosa. Ideal para las tardes donde queres comer algo dulce pero sin empalagarte.
Un must try!

Cinammon roll with dulce de leche. awesome match !

Ya hice una crítica en la otra sucursal de Le Ble a la que fui:
Sobre esta lo que destaco son las mesas al aire libre y el estacionamiento para bicicletas. Y la encargada del local es una genia, me recomendó productos de pastelería varias veces, todos geniales.

Fui a almorzar y la mejor opción me parecieron los sandwichs. El vegetariano es muy rico y podes elegir acompañarlo con papas bravas o ensalada cesar. La limonada también es muy recomendable.
La carta no es tan extensa pero tiene bastante para elegir.
La relación precio calidad está muy bien.
La cantidad de mesas no es poca pero siempre alguien espera así que a tenerlo en cuenta.
Plus: se puede comprar pan para llevar.

Le bajo una estrellita porque no aceptan tarjetas de crédito.
La Croque Madame es una lo-​cu-​ra de deliciosa. La recomiendo mil veces, es súper abundante. Mi amiga se pidió un plato de frutas de estación y coincide en que estaba riquísimo. También abundante y todo muy fresco.
Lo visité una tarde/​noche de lluvia lo cual, estar adentro, fue muy acogedor. Las mesas enormes de madera te invitan a quedarte charlando un montón, sintiéndote como en casa.
Si van, recuerden llevar $ o la tarjeta de débito!

Soy fan!
Para mi de las sucursales de Palermo, Barrio Norte y Chacarita (las que fui alguna vez) esta es la mas linda! En las otras sucursales, son mas chiquitas con la cocina muy cerca te queda impregnado el olor a comida.
Es grande! Tiene mesas grandes y mas chiquitas en un rinconcito. También te podes sentar afuera, da el sol y si no hay estufas.
Los desayunos/​meriendas son muy ricos y hay mucha variedad. Me encantan las tostadas belgas!
Para almorzar hay unos sándwiches muy completos y grandes, para compartir si o si. Hay bagels y ensaladas. Los postres hay variedad, me encantan el cheesecake de oreo.
De la panadería me gusta todo. Esta a la vista en un mostrador.
Solo aceptan efectivo. Había descuento del 20% con club la nación, no se si sigue.

El lugares chico mesas apretadas y muy ruidoso, los productos de calidad y ricos. Particularmente prefiro llevarlos a casa. Un dato antes del cierre bajan todos los precios para llevar.

Le Blé me genera contradicciones: de afuera se ve divino, hay mesas grandes de madera para sentarte con tus amigas y pedir una merienda llena de cosas ricas, hay tazones humeantes de café y té, y mucho mucho pan (salado y dulce). La cocina está a la vista y los productos de panadería también, así que con mirar un poco ya te da hambre.
Todo esto existe y es real, pero el problema es que adentro hay muchísimo ruido. Nadie pensó en la acústica del lugar y se puede hacer realmente difícil hablar con alguien que no esté sentado muy cerca.
Recomiendo ir porque vale la pena probar su panadería. Si el día está lindo, se puede estar afuera y no tener este problema.

Le Ble está en una esquina de Cespedes y Alvarez Thomas. Hay para sentar afuera, adentro, e incluso en un rinconcito con dos mesas. Es un espacio antiguo y un toque rustico. Me dijeron que el café era buenísimo así que fuimos un día tipo almuerzo merienda con mi novio ya que también tienen fama por su panadería.
La primera vez no me pareció la gran cosa. Nos sorprendió el tamaño de la taza de café (que de hecho no me sirve porque no puedo tomar esa cantidad) y no mucho más. Comí una sopa de calabaza que tenía mucho sabor a caldito. Ademas es muy ruidoso asi que si te molesta el ruido (tanto de la gente como de la calle) no es un bueno lugar. Yo lo soporto pero entiendo que no todos pueden trabajar con tanto ruido.
La segunda vez volví para comprar facturas para llevar a casa. Eran muy ricas y los croissants eran más tradicionales.
La tercera vez volví para desayunar con una amiga; es allí donde me enamoré. Tienen, para mí, el MEJOR parfait (trifle) de yogurt/​fruta/​granola en la ciudad. Si bien es medio carito (50), es una copa entera de yogurt natural, frutas de estación (la última vez eran manzana y ciruela), granola que tiene almendras y mucho coco, y miel. INCREIBLE. Pero realmente, fue increíble. Si fuera socialmente aceptable la hubiera lamido a la copa. Volví hace poco para comer uno entero y no compartirlo.
Ahora voy a volver todo el tiempo! Por allí no es el mejor café del mundo y ya es una cadena, pero por lo menos hacen muchas de sus cosas con amor (creo que la granola es casera). En general es comida rica.
Otras cosas copadas que tienen es un 20% de descuento con club la nación y 2×1 en panadería después de las 19. Si conoces el movimiento de Café Pendiente Le Ble se sumó. Probá el trifle!

De Le Blé lo que más, más, más me gusta es su taza de café enorme!
Si bien todo es muy rico, la carta es la misma hace muchísimo tiempo y ya no tienen tantas opciones comparadas a otros locales con la misma temática. Sin embargo, sus opciones de Desayunos y Merienda están muy bien. Cuentan con opciones para golosos (con tortas o medialunas) o para quienes prefieren las cosas saladas (con huevos revueltos, tostadas o sandwiches).
Para el almuerzo, tienen diferentes variedades de ensaladas y sandwiches.
Algo más para tener en cuenta: cerca del horario de cierre, todos los productos, para llevar, de pastelería y panadería están a un menor precio.
Eso sí, solo aceptan efectivo.

Fui a Le Blé con amigas, una de ellas fue quien ya me lo había recomendado. Me encantó todo lo que había en el mostrador y que puedes ir a elegir lo que quieras comer.
Tienen de todo salado y dulce, ideal para ir a desayunar o merendar. Para beber, recomiendo el enorme tazón de café con leche. En este local comí un sándwich de pollo asado muy rico y compartimos el postre entre todas, así que aprovechamos para elegir entre las tartitas y las cosas dulces que había en el mostrador.
Solo aceptan efectivo, personalmente prefiero poder pagar con débito, pero no es un problema.