El local de Corrientes de La Casa del Audio es un lugar enorme de productos para el hogar. Acá compré una pava eléctrica y una batidora. Cuando fui a comprar entré y después de un rato de deambular entre electrodomésticos fui a buscar a alguien para decirle lo que quería. No se me acercó ningún vendedor. El vendedor simplemente se limitó a buscar en la computadora en un software de inventario del paleolítico cuál era el precio de los productos e ingresar el pedido para que lo pague en la caja. Pagué y me dieron otro papel para ir a la parte donde se retira la mercadería. Si bien todo el mundo fue muy amable, acá esperé aproximadamente 20 minutos parado mientras buscaban la batidora y la pava, aunque era el único cliente en el momento. La impresión que me da La Casa del Audio es que cada cliente es un número, la atención es despersonalizada y burocrática. Es como una máquina de vender productos eléctricos a la cual uno entra, pasa varios procesos y sale. Cuando salí vi una multiprocesadora de las caras en la vidriera de Home & Cook que estaba mucho más barata que la misma en La Casa del Audio. A tener ojo con los precios, que las apariencias de los locales pueden engañar.