la Caballeriza

Caímos medio de casualidad, tarde y la verdad es que nos trataron muy bien. El patio interno es un espacio muy agradable para comer en verano y abunda la tranquilidad (no es un lugar bullicioso). Elegimos vacío que trajeron en el punto que pedimos y una ensalada caprese que estaba fresca y sabrosa. Las porciones correctas para compartir de a dos.
El postre no fue lo mejor de la noche, pedimos un mousse de chocolate que parecía de cajita.
El precio fue razonable y tienen 20% con club la nación.

Parrilla clásica de Las Cañitas, el lugar es muy formal con mesas en la puerta, un patio y el salón principal, como hacia mucho LA CALOR fuimos al salón en la mesa donde el aire nos pegaba en la cara mal.
Pedimos el menú ejecutivo que contaba con entrada, 1 empanada jamón y queso/​carne o un chorizo/​morzilla, plato principal bondiola, ojo de bife, bife de chorizo o pollo con guarnición, gaseosa y postre.
Apenas te sentas la mesera nos dio las cartas y nos dejo una tabla con un pan de campo bien grandoto y unas mantequitas muy ricas, después de pedir y de forma muy rápida trae la bebida y la entra. La empanada de carne iba muy bien, la masa es muy rica pero que te den solo una empanada de entrada no esta copado y mas si son de copetin. al toque nos trajo el plato principal, yo me pedi un bife de chorizo con una ensalada clásica lechuga, tomate y cebolla, para tomar un agua sin gas, también nos dejo unas casuelitas con salsa criolla y chimi, yo venia detonado del mediodía así que no le entre a las salsitas. Yo soy de comer la carne bien cocida y la cocción con que me trajeron el bife de chorizo no fue así pero estuvo muy bien, de a poco me voy acostumbrando a comer las carnes asadas como se debe. la porción es acertada, no desborda pero tampoco es el tipo «gourmet» con cual te quedas con hambre, la ensalada estaba muy buena, la cebolla era muy rica. de postre pedí Brownie con helado como buen #GordoIntenso y como soy un muy buen #GordoIntenso me comí el postre de mi señora que no lo quería.
La ambientación, el trato con los empleados y la ubicación del restaurante hacen que La Caballeriza sera un muy buen lugar para comer en una cita.
Me gusto mucho y espero volver pronto

Es un meh. La Caballeriza tiene un problema importante y es que aunque los asadores son buenos, la carne que compran es masomenos, así que el resultado te deja un poco confundido. Pedí entraña y resultó ser muy grasosa (digo, más de lo usual), y lo mismo otros cortes que probamos ahí. Todo en general, desde la carne hasta las papas, está bien pero no para enloquecer. El lugar es oscuro, una casona antigua con cierto encanto. A favor: los mozos son como los de antes, de esos que te recomiendan y tienen oficio. El lugar tiene un patio en la entrada donde es lindo y tranquilo comer. El ambiente es muy de barrio, tranquilo, lindo.

Lugar clásico para comer asado en Buenos Aires. Vayas al lugar que vayas, La Caballeriza siempre se ve igual, con esos cuadros de caballos en todos lados. Y como es de esperar, la comida también lo es, estes en Buenos Aires o en Villa a Angostura (donde simplemente tenes que probar las empanadas de cordero).
La carne nunca decepciona. Las ensaladas son muy ricas y abundantes. Y las papas fritas siempre son la mejor compañía.
Si quiero comer asado siempre sé a dónde ir.

La Caballeriza es una parrilla tradicional con buena ambientación en sus locales con reminiscencias de caballerizas.
Conocí varios de sus locales. Este que está en pleno barrio de Las Cañitas me agrada mucho. Dentro de una casa estilo antiguo hay posibilidad de sentarse en mesas o boxes en el interior u optar por las mesas del patio.
Pasan buena musica y tienen wifi. La atención es buena y agradable.
Con la panera trajeron unos porotos muy bien preparados.
Comimos entrañas muy sabrosas con papas fritas provenzal. De postre: almendrado casero, exquisito! viene con merengue, frutos rojos y charlotte.

Esta parrilla de Palermo tiene un ambiente sobrio, el local es una vieja casa restaurada con un salón y un patio techado con más mesas.
El patio es mucho más luminoso que el interior, y se puede ver al asador en acción. En el interior hay iluminación tenue lo que le da cierto aire íntimo.
De todas formas el público que frecuenta este restaurante es de todo tipo: parejas, familias, amigos, etcétera. El lugar suele llenarse rápidamente, por ende no resulta extraño ver gente esperando por una mesa en la puerta.
El menú es bastante completo, las dos veces que fui consumí un solo corte de carne, pero se nota que tiene buena calidad en general.
La comida se hace esperar pero esto da cienta de que el producto que te sirven es fresco ni mucho menos recalentado.
Si querés empezar con una empanada, son muy recomendables. También tienen una buena variedad de ensaladas especiales o sino vos mismo te podés armar la ensalada que quieras. Las papas fritas no me gustaron mucho, he probado mucho mejores en otros lugares.
La carta de postres es simple pero creo que cumple con su objetivo. Además si comés mucho durante el plato principal, es posible que ya no tengas ganas de postre.
Podés pagar con tarjetas de crédito y débito, además de efectivo.

El barrio de Cañitas tiene muchos lugares donde comer y/​o tomar algo, pero este se destaca. Es un restaurant tradicional que se destaca por su parrilla.
Es una casona que de afuera no dice mucho, y la verdad es que de adentro mucho tampoco, pero ahí no hay que decir mucho, hay que comer asado con papas fritas; no queda otra. Pidas lo que pidas, la carne es muy sabrosa. Hay mesas en el interior de la casona (que está reciclada) pero yo siempre prefiero las del patio techado, donde veo, a través de un vidrio, cómo mi parrillada es hecha al carbón. La parrilla en sí, tiene decoración campestre, como no podía ser de otra manera y me asombra –y hasta debo decir me asusta un poco– el tamaño de los cuchillos y elementos que usa el asador (quizás debido a la carencia de luz en el patio, quizás no).
Es un lugar frecuentado por gente de todas las edades, pero principalmente familias y parejas, por lo que si llegas alrededor de las 10pm de un sábado seguro hay cola. Si hay cola, elegís sentarte a esperar en el banquito de la entrada ó darte una vuelta por Baez (que seguro esta tan lleno de gente, que cuando regresaste ya te toca sentarte).