Jolie Bistró

Jolie lo conocí en el 2012. En esa época iba a desayunar bastante seguido por esa zona, y si bien los precios eran de los mas caritos que habían en el barrio, valíà la pena por la ubicación y lo hermoso que es. Volví a ir hace unos meses, luego de mucho tiempo sin visitarlo, y la calidad de la comida me resultó igual de buena que antes, las porciones mas pequeñas eso si, y el café muy rico y abundante como siempre. Para mi sorpresa los precios ahora son los mas baratos de la zona (Plaza Castelli). No se si es porque quedaron desactualizados, pero me resultó económico por todo lo que comimos (dos meriendas super completas, con huevos, tostadas, medialunas, etc etc, precio total por los dos 196 al día de la fecha). Voy a venir mas seguido, es bueno, barato (bah buen precio, barato es solo Día%), y la zona es hermosa. Nunca cené ahi, pero se ve todo muy apetitoso asi que voy a ir algunos de estos días!

Horrible experiencia…
Terminamos ahí solo porque mi novia había ido a merendar con amigas y dijo que había comido rico. Probamos ir a cenar a ver que tal estaba, pero desde el vamos la moza que nos atendió se olvidaba los platos que pedíamos (eran solo bebidas y platos principales sin entradas de 5 personas). A tal punto que cuando trajeron los platos, que al menos demoraron como en cualquier otro lugar, mi ensalada asiática se había transformado en una ensalada de salmon. Para cuando me trajeron mi plato el resto de la mesa ya estaba casi terminando el suyo. Mi ensalada asiática era langostinos en panko, mango, fideos de arroz, vegetales varios, chile y cilantro. Lo único bueno de esa ensalada fueron los langostinos (que igualmente estaban con sus caparazón en la cola y rebozadas así que no había forma de darse cuenta a menos que la comieras), los fideos de arroz y vegetales estaban bien, el mango fue la peor decepción de todas ya que no solo tenia color amarillo pálido sino que estaba tan duro que parecía una manzana y finalmente como tenia chile pensé que iba a ser levemente picante y no lo fue. Los demás platos de la mesa parecían estar dentro de todo bien, pero como no pude probarlos no podría decir nada acerca de ellos.
Finalmente a la hora del postre compartí con mi novia un cheescake de maracuya completamente olvidable, lo único que tenia de sabor a maracuya era la pulpa de la fruta en forma de salsa sobre el postre. Tanto la base como la crema tenían una textura muy diferente a lo que es un cheesecake, tan malo fue que no lo terminamos por bronca de la decepción.
A todo esto durante el servicio, dado que el lugar esta muy bien puesto, cuidado y decorado, la poca atencion a los detalles al momento del servicio hicieron que la propina fuese decayendo a medida que pasaba la noche. Desde olvidarse los platos, traer un plato equivocado, servir por adelante de la cara de la persona que esta a tu lado porque la moza no tenia ganas de acercarse y para colmo cobrar mal al momento de hacer la cuenta. Ademas por lo que cobran uno espera algo mejor y una enlaada medianamente mas abundante de lo que ofrecen.
Resume: atencion coordial pero muy informal, cheesecake de maracuya olvidable, ensalada asiatica medio pelo, plato olvidado, caro para lo que me ofrecieron.

Mmmmm… No me mató! Buscábamos una merienda cena y caímos ahí…
No está mal pero no se destacó en nada… Pedimos el high tea con 2 café con leche, tostadas, sándwich de pan brioche (muy seco), porción de budín, torta brownie que estaba muy bien, un cuadrado de coco y zanahoria (muy rico!!) scones dulces, muffin y 2 mini vasos de jugo, eso no alcanza para bajar toda la harina servida!. Precio $ 270.

Los platos horribles que me sirvieron en Jolie no se pueden creer. Gran culpa tengo yo por volver y darle otra oportunidad. Arroz con camarones mal limpiados. Sándwich de jamón crudo sin jamón crudo. Postres insipidos. El lugar es lindo pero no se justifica. Para colmo, cuando reclamé ni siquiera me pidieron disculpas. No es barato, tampoco muy caro pero creo que uno paga suficiente como para comer de manera decente y no terminar arruinando un almuerzo o cena como me pasó más de una vez.

La bondiola a la barbacoa con coleslaw y puré de batata estuvo muy buena aunque un poco grasosa.
La ensalada de queso de cabra y pasas de uva que pidió mi novia es buena aunque el queso un poco desabrido, un adhereso preparado la habría rematado mucho.
El lugar es lindo y la atención buena, está bárbaro para sentarse en la vereda aunque nos tocó una murga ensayando en la plaza durante toda la cena.
Es un poco caro pero vale la pena, sobre todo por la zona.

Siempre que fui a Jolie fue para cenar. La carta cambia constantemente (cuando abrió se ofrecía sushi y ahora no existe esa opción). Cenamos afuera aprovechando el entorno alrededor de la plaza que es encantador. Comenzamos con una entrada De Mar ya que ambos pensábamos pedir ceviche pero la moza nos indicó que es tan chico como una entrada (y eso que figura en el menú de ensaladas). La entrada es pequeña pero cumple como tentempié inicial. Incluye dos langostinos rebozados bañados en soja tibia, rabas, un ceviche XS (un tenedor para cada uno) y dos mini bruschettas con salmón ahumado. Los platos principales fueron una ensalada con salmón, brie, almendras tostadas y lechuga en lugar de rucula (se cambió a pedido) y un plato de fideos con salsa que estimo era a base de tinta de calamar (mucha para mí gusto), langostinos y vieiras. La ensalada, como casi todas en todos lados, tenía más lechuga que otra cosa pero aún así que estaba sabrosa. Los fideos, salvo el exceso de salsa, se llevaron un aplauso. De postre compartimos un gateaux hecho con harina de almendra y aunque era pequeño para dos fue perfecto para «ese algo dulce» luego de comer. Toda la cena fue acompañada por Bellini, Caipirinha y Mojito (le faltaba azúcar). El precio fue de casi $ 1000 (se cobra cubierto pero hay panera que lo vale).

Sin dudas es una de las mejores opciones alrededor de la plaza para desayunar/​merendar, hay opciones en el menú que incluyen café con leche (enorme) o té combinados con tostadas, medialunas, etc. a muy buen precio.
La atención es muy buena y rápida, incluso cuando está casi siempre repleto de gente, y es algo que hoy en día tristemente tenemos que destacar.
Puntos flojos: los baños podrían estar en mejores condiciones y deberían pensar en algo para evitar que las palomas te ataquen cuando estás afuera, las he visto (literalmente) comerse parte de la merienda de una persona.

4ta vez en Jolie, enojadisima, tenía un lindo recuerdo, aromas, atención, sabor, etc, pero la verdad que la atención no sólo fue mala y desganada sino que entre los chicos que atendían había un nivel de tensión insoportable, sin ir más lejos una delas chicas que claramente era nueva, renunció frente a nuestras narices por cómo era tratada por una de sus compañeras, la comida tardó en llegar, la cuenta también, la comida no estaba bien esta vez, no recomiendo.

Una excelente alternativa para merienda o desayuno con vista al verde de Plaza Castelli. La merienda «De la Campiña» es suculenta y abundante. Café c/​leche o Te en hebras, tostadas muy grandes en pan integral (se puede cambiar por medialunas), una variedad de dulces y queso para untar, unos ricos huevos revueltos con panceta crocante y un pequeño exprimido de naranja que no logré tomar por la gran taza de café con leche. La carta es amplia en ese aspecto, y si queres algo más cercano a almuerzo/​cena también tenés unas interesantes alternativas. La atención es buena en general, tiempo de espera promedio a poco (lunes) aunque los fines de semana suele ser mayor dado que la zona siempre está concurrida

Un lugar muy cálido y acogedor para ir en pareja. El ambiente ideal. Quizás un poco se ruido. Platos increibles. Recomiendo el risotto nero. La única critica que le haría es que las mesas son muy chicas. Al agregar una frapera cenamos incómodos pero igual valió la pena. Muy buena carta de vinos y a un precio razonable.

Ubicado en una de las zonas más lindas de Buenos Aires, este restó es de las mejores opciones de la zona. Recientemente remodelado, el lugar es muy lindo y cálido. La atención es excelente. Y la comida esta muy bien. No es deslumbrante ni mucho menos, pero los platos son buenos y las materias primas son de muy buena calidad. Creo que el gran problema que tienen es que cuentan con un menú no muy amplio que nunca cambian. Solo por las noches y sobre todo los fines de semana, elaboran platos especiales fuera de carta. La carta de vinos está bien aunque los precios algo excesivos. Tienen descorche (cuando fuimos, 11÷9÷15, a $ 45. Bien!).
Comimos un lenguado con cous cous marroquí (muy bueno) y un risotto de frutos de mar (muy rico aunque tuvimos que pedir que lo calentaran porque estaba frío).

La mejor merienda de la zona. La promoción que pedimos es para dos y trae un café con leche o infusión, unas tostadas enormes, queso crema, mermeladas variadas, un jugo de naranja para cada uno, y unos huevos revueltos con panceta que te dejan muy satisfecho. La atención es muy rápida, te ofrecen probar las distintas variedades de té que ofrecen y el tazón de café con leche… realmente es un tazón, gigante.
Si estás por Belgrano R y buscás un muy lindo lugar para merendar rico y por un buen precio Jolie es la mejor opción.

Qué buen lugar. Pedir el té de la tarde y disfrutar. De eso se trata este lugar. también tiene almuerzo y cena pero sinceramente fui hace mucho y ya no recuerdo lo que pedí ni si me gustó o no. Pero las tardes es su momento especial. Además, la atención es muy buena y amable y el ambiente es agradable, muy francés. Muy recomendable.

Fui una sola vez y probé el desayuno. Esperaba más. Tendré que probar las demás cosas que ofrece para validar las criticas que tiene.

Amo este lugar!!! Es grande y muy lindo. Tiene revistas y diarios y la atención es super cordial.
Lo mejor de todo es la pastelería! Fui varias veces y pude probar varias cosas. Lo mejor es el Té de las tarde. Incluye de todo: 2 cafés con leche, 2 juguitos, 3 tostadas caseras enormes, 2 brioches de jamón y queso, 1 budín, 1 muffin, 1 torta, 1 brownie y 2 scons (dulce o salado). Es para 2, pero tranquilamente pueden comer 3. Solo hay que agregar una infusión y listo.
Está a muy buen precio y la calidad de todas las cosas es excelente. Hay variedad y todo es super rico!!!
No me canso de ir!!!

Debo comenzar con la verdad: soy fanática de este lugar! Nunca fui al que está sobre Av. Los Incas, pero el que está frente a la plaza Castelli, se lleva todos los aplausos.
La ambientación, y nombre, francés te invita a pasar horas en la vereda de Jolié leyendo un libro o viendo todo lo que sucede en la plaza (bastante concurrida durante los fines de semana).
En Jolié podes desayunar, merendar, almorzar y cenar, y hasta tenes tapeos para el Happy Hour (ya haré una reseña sobre ello!).
Si bien se destacan en todas sus comidas, los desayunos/​meriendas son su especialidad: caseras, abundantes y deliciosas. Siempre se puede pedir compartir (ideal para mujeres, si no quieren comer de más) y todo es elaborado en la propia cocina de Jolié, incluso sus panificados.
Entre todas las propuestas de desayunos/​meriendas, se destacan los scones y el Desayuno Porteño, que viene con una infusión a elección en tamaño XL, 3 tostadas abundantes (se puede pedir combinación entre pan de campo, pan de molde blanco, pan integral, de centeno…) y viene con un trío de mermeladas, para no quedarnos con ganas de probar nada! Claro, se puede elegir manteca, queso o dulce de leche si quieren ajustar el pedido a sus gustos. Destaquemos también que las tostadas vienen tibias, crocantes por fuera y esponjosas por dentro, y son gruesitas.
Suelen demorar un poco en traer el pedido, pero depende más del mozo que te toque (evitar el de pelo largo, es muuuuy colgado!) que del despacho de cocina.
Pero sin dudas vale la pena merendar en Jolié y quedarse leyendo, o trabajando (wifi gratis!) con una hermosa vista.

Como se ve en la foto, habia poquisima gente. Fue un dia de semana a la mañana, bastante logico.
Nos sentamos y atendieron rapidisimo. Pedimos una de las opciones de desayunos y agregamos un café.
El problema fue lo que tardaron para traernos todo. Demasiado tiempo para las dos cosas que pedimos y considerando la poca gente en el local.
Mas alla de eso, el Desayuno Porteño que fue el que pedimos venia con una infusion, tres tostadas y a comparacion de otros lugares varios sabores de dulces para acompañar (ciruela, pera y naranja), las tostadas venian recien hechas con un pan muy rico.
Lo bueno: el lugar es muy lindo y tienen varios diarios y revistas actuales
Lo malo: lo que tardan en cada pedido.

Jolie es genial para merendar, tiene todo lo típico y bastante más… y la relacion precio/​calidad es genial.
Lo malo (al menos para mí) es que un a eso de las 19.30 hs dejan de servir meriendas…
El día que fui llegué pasada esa hora así nos quedamos a probar las pastas y cenar ahí…esta todo super rico, pero el tema fue la atención: primero tardaron una eternidad en traer menú, luego nos trajeron las bebidas de a una, finalmente luego de unos 25 minutos llegó la cena pero no teníamos cubiertos… Si hubiese estado lleno lo entendería, pero el local estaba prácticamente vacío…

Sol, verde, plaza, gente bella con hijos bellos que comen en lugares bellos. Eso es Belgrano R y, cuando se puede y se quiere, no está mal incursionar.
Jolie se encuentra frente a la Plaza Castelli, centro neurálgico del barrio. Alrededor de la Plaza hay otros tantos cafecitos y restaurantes, además de un gimnasio –recién inaugurado-​, un Centro Cultural y el Palacio Hirsch, declarado Patrimonio Histórico de la Ciudad.
Si el día y la temperatura acompañan, es innegable que la manzana se transforma en una de las más lindas de Buenos Aires, y por eso Jolie Bistró se convierte en una excelente alternativa de desayuno, almuerzo, merienda o cena.
El menú, breve pero cumplidor, mantiene sus precios a valores más que razonables dado el barrio ABC1 en el que se encuentra: un almuerzo ejecutivo, con plato abundante + limonada + riquísima panera para matar el hambre mastodóntico de las 2 de la tarde, se mueve entre los $ 75 y $ 80. Y si salimos por fuera de la propuesta culinaria del día, el valor de los platos ronda, también, los $ 60/​$ 70, siempre con esa bendita panera que merece un monumento.
Recomendaciones:
— huir de la hora pico, porque se llena de abuelos que buscan a sus nietos por sus colegios y los llevan a almorzar allí
— tener paciencia: los mozos son simpáticos pero a veces están desbordados. Allí es cuando aparece una señora que –asumo– es la dueña a sacar las papas del fuego.
— si eligen mesita afuera, ¡cuidado con la evacuación digestiva de las palomas, que les puede arruinar el plato!
Por el resto, Jolie resulta una muy buena alternativa cuando queremos [parecer] gente bella con/​sin hijos bellos que comen en lugares bellos.

Pasé a buscar por la casa a una amiga que vive en Belgrano R. Organizamos a último momento para cenar y no teníamos destino definido. Llegamos a la plaza de Echeverría que está junto a la estación y buscamos por ahí alrededor. Elegimos Jolie y acertamos. Es un bistró con buena cocina, carta variada y decoración bellísima, en rojos y madera. Confieso que me enamoré de un sillón que tienen en un living apenas entrás.
Además de funcionar como restaurant, es una panadería artesanal, algo que descubrimos apenas llegó la panera: tenía cinco sabores diferentes, entre grisines, pan de amapola, otro multicereal, de salvado y uno de campo. Riquísimos todos (los probamos todos, sí), casi para ir y comer sólo eso.
No teníamos mucho hambre así que pedimos una tabla de mar para compartir: vimos pasar una que iba a otro mozo y dijimos «queremos lo de esa mesa». Viene con rabas, calamares empanados, tempura de langostinos, blinis de salmón (riquísimo) y nachos. Trae además un dip de guacamole y uno que nos pareció extraño pero quedaba perfecto con los camarones, un coulis de frutillas. Hay varias tablas, ensaladas (muy diferentes entre sí, con mollejas, langostinos, hongos o queso de cabra como ingredientes principales) y también risottos y carnes. Para terminar, mi amiga comió un gâteau de chocolate blanco y oreo, y yo un cheesecake de limón, ambos muy bien.
De 18.30 a 20.30 funciona un happy hour de tapeo y vino por copa o tragos. Había mucho público joven y parejas, y como la noche estaba agradable, las mesas de la vereda (amplias y firmes) estaban llenas. Una buena opción nocturna, tranquila y agradable tanto por el ambiente como por la cocina.