Doña Isabel

Descubrimos este lugar hace poco y vinimos con dudas por los comentarios de otras guías. Nos sorprendimos gratamente. El lugar es un restaurante de antaño, nada de «bistro», «tienda de…» o esos nombres de moda. La atención es muy buena, la comida es muy sabrosa. Los platos son contundentes, no así los precios. Especial atención merecen las pastas caseras y las rabas… siempre en su punto justo. Incorporaron hace poco cerveza artesanal muy buena, y eso le suma varios puntos.
Si alguien busca un restaurant tipo Palermo, no lo va a encontrar en Doña Isabel. Si va a encontrar un clima amistoso y familiar, buenos productos y precios accesibles. Ah, si, la decoración es llamativa, pero hace al espíritu del lugar.

Doña Isabel es un resto muy de barrio, tipo bodegón, que esta puesto en una parte muy linda de Urquiza, donde no tenés tanta oferta. Se especializa en pastas caseras, de las cuales tiene muchas variedades y muchos tipos de salsa también. Tiene también la carta típica de este tipo de espacios: pollos, carnes, etc. No creo que sean unas pastas imperdibles, pero al ser casero ya tiene un punto a favor si estas con el antojo. El fin de semana lo mejor es reservar porque suele llenarse bastante. Ahora, el tema de la decoración es un tema totalmente aparte, muy bizarro, pero tampoco creo que aplique a la calidad de la comida, solo eso: bizarro. La atención es normal, ni mal ni super fantástico.

Carta variada, con preponderancia de platos italianos.
Me pareció un buen lugar, donde sirven comida promedio por lo que el precio me parece un poco excesivo.
El ambiente es ameno aunque la decoración es bastante fea. Luces de colores, exceso de cortinas, etc.
Volvería porque por la zona no hay muchas más opciones.

Mala atención, comida que no es nada del otro mundo y, aún así, es cara para lo que ofrecen. Puede que lleven 40 años en el barrio pero no le hacen honor a ese tiempo. Los dueños anteriores volvieron a su provincia y quien administra ahora no mantiene el nivel. La decoración es un chiste.

Este es un clásico bodegón porteño, de esos que ya no abundan. Doña Isabel esta en una zona muy linda, bastante tranquila y donde no hay demasiado logar para comer. Fui muchas veces y siempre me voy con una sonrisa. Tienen todo tipo de comidas (desde pastas hasta milanesas a la napolitana con fritas) y es todo bien casero. Recomiendo mucho los ñoquis con salsa bolognesa y las milanesas (el empanado no se qué tiene pero es increíble).
Últimamente el lugar se ha puesto un poco de moda y a veces hay que esperar un poco para sentarse (sobre todo los fines de semana), pero por suerte tienen unos sillones para que la espera sea más amena y se suele pasar rápido. Los precios son super amigables y la atención de los mozos es excelente. Muy recomendable.

Típico bolichón de barrio en un barrio (el límite entre Belgrano R, Coghlan y Villa Ortúzar) donde no abundan los bolichones. Ni casi ningún otro tipo de lugar para comer rico.
Doña Isabel ofrece el menú típico de este tipo de lugares: pastas (los ravioles a la príncipe de Nápoles me despiertan suspiros), milanesas, carnes o pollos salseados. Entradas como berenjenas, tomates rellenos o buñuelos. Postres tipo flan o budín de pan.
Pero todo eso lo hace muy bien, en porciones generosas y a un precio ridículamente bajo. A veces está repleto, a veces está vacío: vicisitudes de los locales de barrio. Si fuera por mi, cenaría todas las noches en Doña Isabel.

Hace 40 años que esta en la misma esquina.
Eso, en el rubro gastronómico, hable por si solo.
Viví muchos años cerca de DOÑA ISABEL, cosa que me hacia muy feliz.
Una vez a la semana, visitábamos esta cantina del barrio de Belgrano.
Podes estacionar en la cuadra, o cerca, la zona es super segura.
Si tenes que esperar, hay sillones en la puerta, pero generalmente, es poca la espera.
Al entrar, te encontras con una decoracion super variada, cargada de productos que los dueños fueron recolectando, y le aportan onda al lugar. (en Fridays, tienen la misma decoración).
Manteles a cuadros, le dan el toque tano que me gusta encontrar en una cantina.
De carta amplia, y precios cómodos, lo que me encanta, es la pastita de berenjenas que te dan al llegar
y la panera.
Muy buenas las berenjenas en escabeche o las rabas de entrada.
Siempre pido lo mismo: Fusiles al Caruso o a los cuatro quesos! ($ 60)
Yo tengo un afecto especial con este lugar, hace muchos años que voy y siempre, la pase genial.
La atención es típica de cantina, y se afianza con los años, cada día que voy, disfruto mas la experiencia.
Si compras para llevar, te hacen un 10% de descuento.