Don Botón

Entre la locura del barrio de Once, Don Botón es un oasis al que acudir: el local es muy amplio, la atención está muy organizada y muy amable, aceptan tarjetas de crédito/​débito a partir de los 50 pesos. Confieso que no soy una chica «Etsy», no tengo la menor idea cómo se cose, borda, o hace cualquier cosa con tela, pero buscando cositas para completar mi disfraz para la fiesta de Halloween de Unilocal (guiño, guiño) llegué a este emporio de cintas, hilos, apliques y mil cosas más que hasta me dieron ganas de aprender a hacer manualidades. Si son chicas «crafty» éste es su lugar, y si son néófitas como yo, pueden encontrar mil cosas lindas e imaginarse qué podrían hacer con ellas si supieran, como me pasó a mí ;)

Es la mercería más bonita de Once y también una de las pocas en dónde todavía pueden encontrarse algunas cositas importadas.
Tienen botones, apliques, cintas y elásticos que no van a encontrar en otras mercerías, pero eso es lo que justamente tampoco la hace tan barata como el resto.
Es un lugar ideal para comprar poquito y lindo para poder mechar con cosas básicas que pueden encontrar por otros lados. Les aconsejo que si están por la zona pasen a chusmear las cosas que tienen, sobre todo las puntillas, son hermosas!

La mercería más chic de Once.
Defino a Don Botón en dos cosas:
1. Tiene una selección de las cosas más lindas de una mercería (no es como una común y corriente).
2. Tiene los precios más elevados que cualquier mercería común. Es como una tienda palermitana en plena Lavalle.
Sacando el tema precios, en Don Botón podés tomarte el tiempo que quieras para elegir lo que estás buscando y llevarte solamente lo necesario.
Hacen honor a su nombre: tienen montones de botones de diferentes tamaños, colores, tipo y materiales. Todos hermosos.
Una de mis secciones favoritas son las cintas para bies: el estampado que ni te imaginabas que existían, ellos lo tienen. Te lo queres llevar todos de lo lindos que son. No sabés para qué, pero los querés.
Otro punto que destaco es que tienen muchas plumas. Te dan ganas de hacerte un vestido estilo Maria Antonieta pero plumozo.
Resumo que a Don Botón solamente vayas si querés comprar algo muy específico o priorices la calidad de atención y el lugar ante el precio de las otras mercerías.

Dar vueltas por las mercerías abarrotadas de gente y encima pensar que sólo algunas venden por mayor, es un dolor de cabeza cada vez que voy a Once.
Si tengo que comprar algo sencillo, ya sé donde, pero algo especial y diferente es Don Botón.
El negocio es uno de los mejores en la zona con barrales hasta el techo que exhiben diferentes tipos de cintas. Podés encontrar de terciopelo negro, que aunque creas es muy difícil de encontrar, de encaje para novias, sedas lisas y con motivos, entre otras. Lo que más me gusta son las tiras de flecos negros, las charreteras y las boas de plumas bien a lo charlestón.
Claro, que como el nombre lo indica, tiene colección de botones de todo tipo y unos de strass divinos.
Ni bien pasás la puerta del local, mas allá de anonadarte con todo, no te olvides de sacar número, suele haber mucha gente pero no te preocupes que son varios empleados atendiendo y van rápido.