Cruz Surf Board

Entré a Cruz Surf Board con dos cuestiones diferentes en mente.
En primer lugar, quería averiguar un poco más sobre las camaras Go Pro que tenían a la venta: los modelos, los precios y los accesorios disponibles.
En segundo lugar, necesitaba saber si ellos podían asesorarme respecto a muñequeras y rodilleras para hacer rollers.
No solo me respondieron todo con suma paciencia (y mostrándome todo lo que tenían en el local), sino que me dieron varias opciones de acuerdo a mi presupuesto.
La atención es maravillosa, y los chicos más que copados.
En el local, también me enteré que ellos mismos hacen algunas tablas de surf (además de vender las «comerciales»). Me pareció divertidisimo e interesante.
Al menos yo, no estaba al tanto de que existiera un local así en Buenos Aires, me los imaginaba a todos en la Costa.

No hay olas a la vista, tampoco costa marítima pero los surfistas que desembarcan en Buenos Aires pueden sobrevivir visitando Cruz Surf Board y sentir que el mar les vuelve al cuerpo.
Juan Cruz, su dueño y «sharper» realiza tablas de surf, brindando asesoramiento a expertos y a aquellos que quieren interiorizarse en el deporte.
Debo confesar que cuando entré al local esperaba encontrarme con un dueño o empleado bien tostado, con rastas y mucho recién me levanto, soy un colgado y la vida es bella (lo que hacen las películas de hollywood en una!!!) y sin embargo me encontré con gente muy dedicada en explicarte lo que hacen.
Aparte de hacer tablas de surf, también hay de longoboard (muy de moda en estos momentos en Buenos Aires), trucks variados y miles de rueditas de colores y diseños para elegir.
Yo no tengo nada que ver con este mundo, pero debo confesar que me encanta mirar los diseños de tablas y apreciar sus dibujos. Realmente admiro a todos aquellos que pueden hacer malabares sobre las mismas.
Otro dato para destacar es la tabla mantra hecha a base de bambú y de fabricación nacional!
Obviamente también tienen en stock protecciones como cascos, rodilleras y demases.
Un lugar interesante como para chusmear y acercarse a un mundo no tan común de ver en las callecitas de Buenos Aires.