Colombraro

Colombraro es de esos lugares que me encantan. Viviendo con una familia de hoarders no diagnosticados, tendemos a tener una cantidad de posesiones inútiles que suelen andar rodando por la casa. Libros, papeles, lana, hilos, herramientas, pintura… lo que sea. Todo ese caos, por suerte, puede ser contenido. Colombraro es mi proveedor de cajas, cajitas y contenedores varios. Algunas cosas las tengo hace años ya y siguen estando en buen estado (los cierres de las cajas, si son de mala calidad, se suelen hacer bosta a las 5 aperturas; esto viene sobreviviendo a unas 150, mínimo).
Recomiendo fervientemente.

Cuando me mudé a Buenos Aires tuve que comprar todo de cero para acondicionar mi departamento. No tenía ni un balde para limpiar los pisos. Por eso empecé a caminar por Santa Fe y después de horrorizarme por los precios que me pedían la mayoría de los bazares terminé en Colombraro. Compré cualquier cantidad de artículos que me terminaron saliendo buenísimos (todavía me dura la mayoría de las cosas).
Colombraro es famoso por sus artículos de plástico (un plástico duro que no se rompe fácilmente). El local es enorme y está repleto de productos, por ende tienen de todo. Yo me llevé desde baldes, palitas y cestos de basura hasta tuppers herméticos y contenedores de plástico de todos los tamaños.
Lo mejor es que comprás de todo y de buena calidad por muy buenos precios.

Cuando vivía en un departamento pequeño, las cajas de plástico de Colombraro eran geniales para guardar cosas abajo de la cama sin que se te rompan o arruinen por humedad. Podés elegir entre mil variedades y tamaños, y son bien resistentes.
Así que cuando me mudé volví a recurrir a este lugar, particularmente en este local que es bien amplio. Al principio fui sólo por materiales de plástico –justamente, por eso es conocido Colombraro-​: tacho de basura, baldes, tuppers. Pero después me di cuenta de que también tienen muchas otras cosas: seca platos de metal, frascos, herramientas de limpieza y de cocina. Así que me vino muy bien para comprar y reponer un poco de todo.
La calidad en general es buena, he tenido pocas malas experiencias. Una de ellas fue un pelapapas que no sirve ni para pelar algodón.