11 a fondo

Llegué a 11 a fondo de casualidad. Un amiga que vive en un pueblo de la provincia de Buenos Aires necesitaba no se qué repuestos para su bicicleta de triatlón, porque por allá eran muy difíciles de conseguir y obviamente más caros. En una tarde libre me tomé el tren y fui entonces para «11 a fondo».
Encontré una bicicletería como no había visto nunca antes. La primera sensación que me despertó es que estaba manejada por gente que realmente ama el ciclismo. El local increíble, con muchas bicicletas tipo naves espaciales pero también una sección «vintage» preciosa, con esas ntiguas bicicletas inglesas Raleigh que te sacan suspiros, en muchos colores.
Además todo el equipamiento profesional que necesites para tomarte el ciclismo en serio y ponerte a subir montañas o andar por la ruta. Los chicos que atienden son todos ciclistas muy pro, que participan en triatlones y eventos de bicicletas de montaña.
Si sosentusiasta de este deporte no lo dudes y pasá por 11 a fondo. Seguro encuentres todo lo que necesitás y más.