Este es el hotel donde nos alojamos el año pasado durante nuestra estancia en Berlín. Eso sí, fue de rebote ya que, cuando llegamos al hotel que habíamos contratado, nos dijeron que tenían un problema con el agua y tenían que derivarnos a este otro. Y fue una de esas veces en las que la suerte nos sonrió porque, no sé cómo sería el primer hotel, pero dudo mucho que fuese mejor que este, por lo que habíamos visto en fotos. La leche. Súper moderno y limpio, pero acogedor, habitaciones con todo detalle, y un comedor donde desayunábamos que era como estar en la cafetería más hispter, cuqui y molona de Malasaña(Madrid). Y lo mejor: las camas estaban hechas con yo qué sé… con nubes o algo parecido. Nunca he estado en una cama tan cómoda. Lástima que estuviésemos de turismo y no tuviéramos mucho tiempo de estar tumbados… Aunque venía muy bien para recuperarse después de un largo día de caminata/bici por la ciudad. Lo único que no me gustó fue el desayuno. Era buffet, y había mucha variedad de todo: cereales, judías, bacon, huevos, distintos panes, café, zumos, infusiones… De todo menos bollería. Y es lo que me gusta a mí desayunar cuando estoy de vacaciones: croissants, magdalenas, bizcocho… Pues nada, solo había un bizcochito pequeño de chocolate partido en trozos y poco más… Así que solo desayuné tostadas con mermelada, porque el chocolate para desayunar tampoco me gusta. Por lo demás, todo genial, de los mejores hoteles donde he estado.
Brian O.
Classificação do local: 3 Manhattan, NY
This is the lesser of the two Scandic hotels in Berlin. It so old and worn out that I had to ask for another room after the first room they put me in looked horrible and smelled awful. Broken lampshades. The carpet was all stained. Really a disappointment compared to their other property in Berlin which is stellar.
Iker J.
Classificação do local: 5 Madrid
Moderno, limpio, acogedor, cómodo… Se me acaban los adjetivos para el hotel con las mejores camas en las que yo haya dormido. Tal cual. Llegamos de rebote al Scandic ya que nuestro hotel tenía una avería y nos enviaron a este con promesas de que era«better». Con cierta desconfianza, llegamos y ya, desde la recepción, nos dimos cuenta que no es que fuera mejor, es que era brutal. El Scandic es un 4 estrellas de renovación reciente que, ante todo, es un oasis de «modernidad acogedora», y digo lo de acogedora porque hay hoteles ultra modernos que resultan demasiado fríos e impersonales. En el Scandic, modernidad y calidez se unen como… Como en una abuela terminator enviada del futuro para hacerte bollos y huevos fritos, por ejemplo. La habitación, espaciosa y, sí, moderna, es una maravilla con unas camas mullidas y perfectas. En serio, qué camas. El baño, también muy grande y con todo lo necesario. El restaurante solo lo visitamos por la mañana, ya que teníamos el desayuno incluido y era tipo buffet, con sección sana(frutas, yogures, zumos…) sección guarra(bollos, bizcochos, mermeladas, nutella…) y sección über cerda(huevos revueltos, bacon, salchichas, alubias con tomate…). Yo fui über cerdo. Y no solo por visitar la sección homónima, sino por beber de las mieles de las tres secciones. El precio del buffet: 9 €. Genial. Así pues, hospedaos en el Scandic si queréis ser felices.